viernes, abril 19, 2024

La historia detrás del Spiderman televisivo de los años 70

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Panini

Descubrimos los secretos que se esconden detrás de la serie setentera de Spiderman

Los primeros pasos

Tras el debut de Spiderman en la serie animada de los años sesenta y su aparición live-action en el espacio Spidey Super Stories (1974 – 1975), dentro del programa infantil The Electric Company (1971 – 1977), el hombre araña volvió a la pequeña pantalla entre 1977 y 1979, en formato de serie, bajo el título inicial de Spider-Man.

Aunque ya hablamos, en su momento, de los cinco puntos a favor de dicho proyecto, en este artículo profundizaremos en esa primera incursión del personaje en un producto de estas características.

El mismo año que terminó la emisión del mencionado programa infantil, el canal CBS, perteneciente a Columbia, había comprado un paquete de derechos de personajes de Marvel, en el que se encontraban el Doctor Extraño, el Capitán América, Hulk y el propio Spiderman, con la intención de crear productos live-actions de cada uno de ellos. Mientras que los dos primeros no lograron obtener el efecto deseado, tanto el coloso esmeralda como el trepamuros contaron con mejor suerte. A continuación, puedes ver el cartel promocional del proyecto protagonizado por Spider-Man.

Nicholas Hammond, Spiderman

Así, amparado por Columbia Pictures Televison, el veterano Charles W. Fries, profesional de la realización de películas para la televisión, forjó una alianza con el productor ejecutivo Daniel R. Goodman para sacar el proyecto adelante. Sin embargo, a Stan Lee le sentó fatal que no lo tuvieran en cuenta, por lo que hizo acto de presencia en reuniones con la cadena y con los guionistas para expresar su disgusto con respecto a varios aspectos de la serie: el poco parecido del proyecto con el producto original, la ausencia de villanos con superpoderes y de efectos especiales de calidad.

La gota que colmó el vaso fue cuando Stan Lee se enteró de que Spiderman iba a lucir un traje rojo y negro. Por lo visto, no se trataba de ningún capricho si no de un asunto técnico, ya que el croma azul que se iba a utilizar para el rodaje de algunas escenas podría confundirse con las partes del uniforme del superhéroe que eran del mismo color. Al final, fue John Romita el que dio con la solución, al sugerir que el croma fuese verde, en lugar de azul, de forma que Spiderman se pudiera ver en pantalla con un traje lo más parecido posible al del cómic.

Episodio piloto

Así, Nicholas Hammond, conocido por haber dado vida a Friedrich von Trapp en la película Sonrisas y lágrimas (1965), se convirtió en Peter Parker, mientras que May Parker, J. Jonah Jameson y Joe Robertson eran interpretados por Jeff Donnell, David White y Hilly Hicks, respectivamente. Michael Pataki (como el capitán Barbera) y Lisa Eilbacher (en el papel de Judy Tyler) cerraban el reparto principal de este primer episodio.

En dicho capítulo, que, debido a su duración doble, funcionaba como película independiente (ya que esa era la idea inicial) éramos testigos de cómo Peter Parker era picado por una araña radioactiva, aunque fuera de plano. Tras descubrir sus nuevas habilidades, se ponía el clásico uniforme rojo y azul para salir a combatir el mal como Spiderman, sin necesidad de que se le muriera ningún tío para que aprendiera una lección sobre el poder y la responsabilidad.

Aunque John Romita había logrado que se mantuvieran los colores original del uniforme de Spiderman y también se respetaban los disparos de telaraña, otros aspectos visuales resultaban algo toscos, como en el caso de los ojos que, aunque eran superficies plateadas reflectantes, como en el diseño original, en primer plano parecían dos coladores, ya que les habían hecho unos pequeños agujeros para que Nicholas Hammond pudiese ver.

El parecido con las aventuras que Spiderman vivía en los cómics era más bien escaso, ya que el supervillano de turno era un hombre cualquiera, que era capaz de coaccionar a la gente mediante el control mental, la calidad de las escenas en las que el hombre araña trepaba por las paredes era precaria (en ocasiones, se trataba del especialista Fred Waugh, al que colgaban de cables teóricamente invisibles, mientras hacía acrobacias en las que era sujetado por siete operarios) y las peleas parecían sacadas de filmes baratos de artes marciales.

Spiderman

A lo comentado en el párrafo anterior, conviene añadir que había alguna que otra incoherencia, como el hecho de que Peter Parker viviera en una mansión pero tuviera problemas económicos. Tampoco se veía a Spiderman hacer gala de su verborrea y chistes habituales, además de no contar con muchos rasgos habituales de su personalidad, pero eso no impidió que el episodio piloto fuera todo un éxito de audiencia, aunque la mayor parte proviniera de niños y adolescentes.

Por tanto, se consideró darle una oportunidad con una temporada de cinco episodios, ya bajo el título The Amazing Spider-Man, con la intención de conseguir que espectadores de otras edades se acercaran al producto, lo que beneficiaría la venta de los paquetes publicitarios más lucrativos.

Primera temporada

Desde el inicio de la etapa, Joe Robertson desparecía, a la par que nos era presentada una secretaria llamada Rita Conway (a la que daba vida Chip Fields), que no podía dejar de recordarnos a Glory Grant. Por otro lado, Robert F. Simons se convertía en el nuevo Jameson y May Parker regresaba solo en el quinto episodio, cuyo título podía traducirse como La noche de los clones (todo un guiño para los lectores de la época), encarnada esta vez por Irene Tedrow.

Uno de los planos que más convenció a los responsables de la serie fue uno en el que Fred Waugh, vestido como Spiderman, colgaba de una telaraña que iba enganchada a un helicóptero, motivo por el que decidieron incluirla en el opening, justo debajo de la sobreimpresión del título de la serie, como puede verse a continuación:

En esta temporada, las redes realistas del episodio piloto fueron sustituidas por simples cuerdas blancas, que salían de un único lanzarredes bastante visible, puesto que estaba situado encima del guante derecho. También se dejaban ver las icónicas rastreadoras arácnidas, mientras que, en el apartado de la acción, Spiderman se enfrentaba a amenazas como un traficante de armas, un líder de una secta con poderes telequinéticos, un secuestrador o un científico loco.

Segunda temporada

La siguiente etapa, en la que la serie volvió a llamarse simplemente Spider-Man, constó de ocho capítulos y contó con el ejecutivo Lionel E. Siegel al frente, quien, para intentar atraer a un público más adulto, decidió introducir algunos cambios, como la salida de escena del capitán Barbera y la inclusión de la fotógrafa Julie Masters (interpretada por Ellen Bry), que sería la nueva novia de Peter Parker, además de un alivio cómico para una temporada que era presentada así:

Lionel E. Siegel introdujo otros cambios, como la limitación de los poderes de Spiderman, ya que le preocupaba el uso indiscriminado del sentido arácnido, que, gracias a él, empezó a parecerse al sonido auténtico de una araña. Según sus propias palabras:

Ya tenemos a los chavales en el bolsillo, debido a la popularidad del cómic y la acción de la serie. Lo que ahora queremos son adultos. Las historias serán más adultas en general. Estamos intentando hacer cosas creíbles con un personaje que está en el límite de lo creíble.

Sin embargo, puesto que la CBS tomó la decisión de emitir los ocho capítulos de forma totalmente aleatoria y caótica, ni siquiera el viaje de Spiderman a Hong Kong fue capaz de salvar la situación.

Las consecuencias de la finalización de la serie

No obstante, el mercado doméstico le dio una segunda oportunidad a la serie, ya que los episodios salieron a la venta de dos en dos, con transiciones de cinco minutos que se rodaron para la ocasión, las cuales sucedían en el Daily Bugle, con la intención de darles apariencia de largometrajes.

En España, la serie llegó en forma de tres largometrajes: Spiderman, el hombre araña (en 1977, con el episodio piloto), Spiderman 2: El hombre araña en acción (en 1978, compuesto por los dos primeros capítulos de la primera temporada, titulados The Deadly Dust: Part 1 y Part 2, respectivamente) y Spiderman y el desafío del dragón (en 1979, con los dos últimos capítulos de la serie, llamados The Chinese Web: Part 1 y Part 2, respectivamente).

Por desgracia, este producto de Spiderman vio la luz entre dos grandes producciones, como eran Star Wars (1977) y Superman (1978), por lo que los cómics de La Casa de las Ideas no tardaron en dejar de anunciar “¡La sensación televisiva de Marvel!” en la publicidad de sus tebeos.

Aún así, Nicholas Hammond tuvo la oportunidad de volver como Spiderman en una nueva película, en la que se cruzaría con el Hulk de Lou Ferrigno, siempre y cuando la historia fuera más seria y tuviera ocasión de vestir el traje negro. Sin embargo, como dijimos en su día, ese proyecto no llegó a buen puerto. Aunque, en la actualidad, parece ser que el actor ha expresado su deseo de formar parte del UCM, Marvel Studios aún no se ha decidido a contar con él.

El Spiderman japonés

Casualmente, en 1978, Japón también contó con su propia versión televisiva de algunos títulos de Marvel, como Capitán América, La tumba de Drácula o Spiderman. Este último, que sería conocido como Supaidāman (1978 – 1979), contaba con un traje muy similar al del personaje original y también había recibido la fuerza proporcional de una araña, además de poseer las capacidades de pegarse a las paredes, lanzar telarañas y dar grandes saltos, pero ahí acaban todos los parecidos con el superhéroe de los cómics de Marvel.

Su protagonista era un motociclista, llamado Takuya Yamashiro (interpretado por Kōsuke Kayama (Shinji Tōdō)), que recibía sus poderes gracias a una formula que le había inyectado un alienígena del Planeta Araña. Este extraterrestre también le había entregado un spider-brazalete con el que el héroe podía invocar a un robot de batalla llamado Leopardón (a día de hoy sigue sin quedarme clara la relación existente entre los arácnidos y los felinos).

Esta serie, que contó con un total de 41 episodios, que eran emitidos todos los miércoles por el canal nipón Tokyo Channel, sí que contó con los elogios de Stan Lee, al contrario que la versión de Spiderman de Nicholas Hammond, dado el despliegue acrobático del personaje y su verosimilitud a la hora de pegarse a las paredes.

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