Ultimate Spider-Man: La historia de la creación de dicha cabecera editorial
Como ya comentamos en su momento, el Chapter One: Spider-Man de John Byrne no funcionó como era de esperar, lo que podía ser un augurio de que es mejor mirar hacia delante que intentar volver a contar las historias originales con un punto de vista más moderno. Sin embargo, la línea Ultimate llegó para demostrar todo lo contrario.
Todo empezó cuando Brian Michael Bendis entró a formar parte de Marvel. Aunque llevaba mucho tiempo esperando aquella oportunidad, Joe Quesada, tras conocer su trabajo, le dijo que apestaba como dibujante, pero que podría tener un futuro como escritor. En principio, Bendis se encargó de historias de relleno para cubrir los huecos generados por los retrasos. Sin embargo, cuando Bill Jemas pidió ayuda a Joe Quesada para llevar a cabo un proyecto denominado Ground Zero, no tardó en estar claro que el escritor que necesitaban era Brian Michael Bendis.
Pese al fracaso que había supuesto Chapter One: Spider-Man, al nuevo guionista de Marvel le gustaba la idea de contar cómo sería la vida del alter ego de Peter Parker en la actualidad, pero no reescribiendo el material original sino creando una versión alternativa del personaje. Y, aunque algunas de las notas que le pasaron resultaban completamente absurdas (como que el equipo de futbol de instituto tomara la fórmula de Norman Osborn y se transformaran en Duendes Verdes, a los que Spiderman tendría que enfrentarse), otras le parecieron bastante interesantes. Según sus propias palabras:
El concepto no estaba roto. El origen del hombre araña y sus temas son casi perfectos. Las adaptaciones son algo así como una obra de teatro de Shakespeare. El truco no está en arreglarlo y decir que lo sabes hacer mejor que Shakespeare. Se trata de encontrar la esencia de ello y mantenerla sincera para una nueva audiencia.
Bendis tenía muy claro que la mejor forma de conseguir que Peter Parker sonase como un adolescente actual no era recurrir a un material escrito en los años sesenta, sino acudir al instituto más cercano y fijarse en cómo hablan, como visten y cómo se comportan los jóvenes de hoy en día. Tampoco se olvidó de leer revistas y libros científicos, que le ayudaran a contar con verosimilitud los poderes arácnidos adquiridos a través de la picadura de una araña.
Brian Michael Bendis terminó el guion de primer numero en un fin de semana. Al contrario de lo que suele ser habitual en una cómic de superhéroes, el traje de Spiderman no se dejaba ver en ningún momento. Además, no había globos de pensamiento, la narración era en primera persona y los diálogos resultaban totalmente creíbles.
Mark Bagley fue el dibujante designado para colaborar con Brian Michael Bendis en el proyecto, aunque tuvieron que amenazarle con despedirlo para que aceptara, ya que la idea no le apetecía demasiado. Aunque al principio no le gustó mucho el guion, no tardó en encontrarse a gusto con dicho trabajo. De hecho, el primer prototipo del traje de Spiderman no apareció hasta el cuarto número. Y Mark Bagley tuvo que reconocer que, debido a lo divertida que le estaba resultando la cabecera, no lo había echado de menos.
No obstante, Brian Michael Bendis convenció a Bill Jemas de que Ground Zero sonaba muy negativo, por lo que la cabecera fue rebautizada como Ultimate Spider-Man. Y de ser una miniserie de seis números, como estaba previsto, pasó a convertirse en una cabecera abierta. Sin embargo, pese a que se le ofreció a Mark Bagley convertirse en el dibujante fijo de la cabecera, él no quiso seguir más allá de la aventura inicial, por lo que Leonard Kirk, que tenía un estilo muy similar, se encargó de sustituirlo.
Finalmente, en octubre del año 2000, Ultimate Spider-Man vio la luz con unas características muy específicas: estaba publicado en el mejor papel para un cómic, la cubierta era de cartoncillo semirrígido y su diseño era más parecido al de un libro que al de un tebeo, casi como un producto de lujo. Sin embargo, los lectores, que aún recordaban el desastre de Chapter One, no tenían ninguna confianza en este nuevo proyecto.
El primer número de Ultimate Spider-Man, que contenía la aventura Powerless, aunque solo comenzó su andadura con 54407 ejemplares, lo que situaba a la cabecera como la número quince en cuanto a ventas, terminó callando muchas bocas y cosechando las buenas críticas que un cómic de dicha categoría merecía obtener.
Dado el éxito obtenido por Ultimate Spider-Man, Marvel decidió ampliar la línea con una nueva versión de otra cabecera clásica. Así, cuatro meses después, vio la luz Ultimate X – Men, que se alzó con el primer puesto de ventas nada más salir al mercado.
Cuando las críticas se convirtieron en alabanzas, un amigo de Mark Bagley le dijo que abandonar Ultimate Spider-Man sería el mayor error de su vida. Sin embargo, como ya se ha comentado, Marvel contaba con Leonard Kirk como reemplazo, aunque al final se llegó a un acuerdo para que el dibujante original se quedase en la colección todo lo que quisiera, que fueron más de cien números. El propio Brian Michael Bendis se preocupó por introducir nuevos personajes y variantes de los clásicos con la intención de mantener interesado a Mark.
Ultimate Spider-Man fue concebida como una cabecera que, en lugar de constar de números autoconclusivos, creaba arcos argumentales repartidos ente cinco, seis o siete entregas, de cara a luego poder volver a sacar cada uno de ellos en tomos recopilatorios. El lanzamiento del primero, donde se contaba el origen de Spiderman fue un éxito de ventas, demostrando que la idea funcionaba.
No obstante, desde el punto de vista de Brian Michael Bendis, Ultimate Spider-Man iba más allá de los tomos recopilatorios. Él veía cada arco argumental como un blockbuster. El primero de ellos estaba centrado, por supuesto, en Peter Parker: un adolescente cualquiera, amante de las ciencias y centro de las burlas de algunos compañeros, aunque no tan marginado como lo había retratado Steve Ditko.
Además, Bendis jugaba con el hecho de no tener que lidiar con el reducido número de páginas con las que contaba Stan Lee para narrar el origen de personaje, lo que le permitía tratar a Peter Parker con mayor profundidad y hacerlo más cercano al lector.
Mary Jane Watson, devuelta a la adolescencia, volvía a convertirse en la vecina mona de Peter Parker, además de su compañera de clase, con la que el joven acabaría teniendo un noviazgo. Por otro lado, los tíos del protagonista tenían un look bastante moderno, sobre todo Ben Parker, que lucía una coleta. Debido a estos cambios, entre los lectores corrió la especulación de que, en esta ocasión, fuera la tía May la que muriera, aunque no sucedió así.
Con respecto al primer villano que mostraría la cabecera Ultimate Spider-Man, se recurrió al Duende Verde, por seguir la pauta ya decidida de la futura película del personaje. Según esta versión, fue la empresa de Norman Osborn la que manipuló genéticamente a la araña que picó a Peter Parker. Posteriormente, en un intento de reproducir la fórmula para darse poderes a sí mismo, el dueño de la compañía se transformaba en un ser terrible y monstruoso, que no necesitaba disfraz ni artilugios para ser reconocido como un terrorífico Duende Verde.
Por su parte, John Byrne era incapaz de comprender que una historia que, a su juicio, se desarrollaba de manera tan lenta fuese un éxito. Y algunos lectores, temiendo que el nuevo Spiderman sustituyera al clásico, no dudaron en apoyar sus críticas.
El estilo literario de Ultimate Spider-Man, conocido como narrativa descomprimida y popularizado por Warren Ellis (aunque Brian Michael Bendis acabara por convertirse en su máximo representante) prestaba una atención especial a profundizar en los personajes, algo que, por entonces, no era tan habitual, sobre todo en un cómic de superhéroes, donde prima la acción. Sin embargo, el guionista de Ultimate Spider-Man no sabía hacer las cosas de otro modo. Y pronto dejaría de ser el único en seguir esa técnica.
Mientras que John Byrne, en su Chapter One, había excluido a Los Forzadores, por considerarlos demasiado anticuados, Brian Michael Bendis decidió recuperarlos como secuaces de Kingpin, quien, junto al Duende Verde, estaba llamado a convertirse en uno de los principales enemigos de esta versión de Spiderman.
Sin embargo, Brian Michael Bendis y Mark Bagley eran conscientes de que, en pleno siglo XXI, resultaba poco creíble que un periódico comprase las fotos de un adolescente, de modo que, en Ulitmate Spider-Man, Peter Parker acabó por convertirse en el encargado de la página web del Daily Bugle (aunque antes trató de vender unas instantáneas a Jameson en una escena muy similar a la que, un año después, se podría ver en la película Spider-Man (2002)).
La cabecera no dejó de sorprender a los lectores, presentando situaciones nunca antes vistas en un cómic de esta índole, como que la trama de un número completo se limitase a una conversación entre Peter Parker y Mary Jane Watson encerrados dentro de una habitación, en la que él le confesaba su secreto. Sin embargo, por algún motivo, aquello que nadie se había atrevido hacer antes funcionó.
Aunque Brian Michael Bendis pudo ser también el guionista de Ultimate X – Men, acabó por rechazarlo, lo que le permitió a otro guionista revolucionario como era Mark Millar recoger el testigo. Sin embargo, un nuevo concepto, basado en la fusión de las desaparecidas Marvel Fanfare y Marvel Team-Up, permitió a Bendis ponerse al frente de otra cabecera, en la que su versión de Spiderman compartiría cada mes una aventura con un héroe distinto de La Casa de las Ideas. Así, en 2001, vio la luz la colección Ultimate Marvel Team-Up.
La colección solo duró 16 entregas y concluyó en un número llamado Ultimate Spider-Man Super Special (2002), con triple duración y una gran cantidad de dibujantes, como Matt Wagner, Phil Hester, Mike Allred, Bill Sienkiewicz o Chynna Clugston.
Por su parte, la colección principal introducía nuevos villanos como el Doctor Octopus y Kraven, además de concebir tramas que, con el paso del tiempo, serían utilizadas en el cine, como la escena en la que Octavius despedaza a todo un equipo médico. No obstante, lo que más llamaría la atención de los lectores sería la aparición de una nueva estudiante llamada Gwen Stacy, que acabaría por correr la misma suerte que su homóloga clásica, pero a manos de Matanza, en vez del Duende Verde.
Con el paso de tiempo, tras la supuesta muerte de Peter Parker, Miles Morales lo sustituyó como el nuevo Spiderman de esta línea, aunque eso ya es historia para otro artículo.
La cabecera Ultimate Spider-Man sirvió de punto de arranque para una serie de animación homóloga (2012 – 2017) bien diseñada pero con argumentos algo infantiloides.