En los 90, Marvel decidió darle a Barbie una tarjeta de crédito. ¿Innovación o influencia comercial temprana?
Hace más de tres décadas, cuando los cómics estaban en pleno auge y Marvel buscaba formas innovadoras de atrapar a sus lectores, decidió lanzar una línea de cómics inspirada en Barbie. Sin embargo, lo que sorprendió a muchos fue la adición de… ¡tarjetas de crédito Barbie!
El mundo de los juguetes siempre ha caminado entre una fina línea entre la imitación de la realidad y la creación de un universo fantasioso. Los niños adoran cuando sus juguetes reflejan la vida real, pero la pregunta siempre ha sido: ¿hasta dónde debe llegar esta “realidad”?
La evolución de Barbie: de muñeca a icono cultural
A lo largo de los años, la muñeca ha evolucionado, pasando de ser una simple muñeca a convertirse en un ícono cultural. Con su larga trayectoria, esta figura ha abordado numerosas profesiones, desde astronauta hasta presidenta. Sin embargo, uno de los roles más icónicos de Barbie ha sido el de consumidora de moda.
Barbie, desde sus inicios, ha estado vinculada con el mundo de la moda y, por ende, con el acto de comprar. Con la vasta colección de outfits que posee, es lógico que la juguetera haya ideado una forma de incluir en el juego el acto de adquirirlos. Aquí es donde entra la cuestión de cómo la muñeca paga por todas estas prendas. Si introduces tarjetas de crédito, te arriesgas a ser acusado de ser demasiado comercial, pero si no lo haces, te critican por no ser lo suficientemente realista. Y fue en este escenario que la editorial tomó la delantera, incluyendo tarjetas de crédito Barbie como parte de los cómics.
¿Qué pensaron los padres?
En 1997, Mattel enfrentó críticas por el lanzamiento de un playset de Barbie llamado “Cool Shoppin’ Barbie”, que incluía una tarjeta MasterCard. Según Los Angeles Times, Susan Price, una madre preocupada, comentó: “Es inexcusable que MasterCard use este formato. Están manipulando a nuestros hijos. Quieren que crezcan con una MasterCard en su bolso”. Aunque fue un tema polémico, con los años, se ha vuelto común que los juguetes de Barbie incluyan opciones de tarjetas de crédito.
A su vez, en la misma década de 1990, la casa de las ideas comenzó a experimentar con ‘gimmicks’. Uno de los más famosos fue la portada metalizada de Silver Surfer #50. Pero para los cómics de la muñeca que lanzaron ese mismo año, decidieron incluir algo diferente: una tarjeta de crédito Barbie.
Ambos cómics venían con dos “premios” diferentes: uno era un colgador de puerta y el otro, una tarjeta de crédito Barbie “Rosa”, una parodia de las tarjetas Gold. Aunque en el reverso de la tarjeta se aclaraba que no era una tarjeta real, sino una tarjeta del “Club de Lectura” de la muñeca, el concepto dejó a muchos pensativos.
Una reflexión sobre el impacto
Las tarjetas de crédito de la editorial de cómics pueden parecer una elección extraña hoy en día, pero en el contexto de la época, ofrecían una perspectiva sobre el dilema de equilibrar el juego realista con la influencia comercial. El auge del marketing en los cómics y juguetes refleja cómo la industria ha evolucionado y cómo las decisiones tomadas en aquellos días han influido en las tendencias actuales.
La relación entre los juguetes y la realidad siempre será un tema de debate. Sin embargo, este peculiar momento en la historia de los cómics nos ofrece un vistazo fascinante a cómo las empresas han navegado por este terreno a lo largo de los años.
Hoy en día, en un mundo dominado por la tecnología y las redes sociales, es interesante preguntarse cómo Barbie continuará evolucionando. ¿Veremos una versión influencer? ¿Quizás una versión de la muñeca con criptomonedas? Solo el tiempo dirá qué nuevos giros tomará este icónico juguete en su intento por reflejar la realidad contemporánea.