Una estrategia con 50 dólares para subir la calificación de una película deja al descubierto a Rotten Tomatoes
Desde tiempos memorables, Rotten Tomatoes ha ejercido una poderosa influencia sobre las decisiones cinematográficas de los fans. Con la promesa de recopilar opiniones imparciales, este sitio web se convirtió en el barómetro de la calidad de una producción. Pero, ¿qué sucede cuando este sistema se corrompe?
Todo comenzó de forma inesperada. Hace unos años, una película titulada ‘Ophelia’, estrenada con la actriz Daisy Ridley a la cabeza, recibió una serie de críticas no precisamente favorables. Con solo trece opiniones, tenía un 46% de aprobación, lo que, en términos de Rotten Tomatoes, equivalía a un tomatazo podrido. Sin embargo, la historia detrás de cómo ‘Ophelia’ cambió su destino es aún más fascinante que cualquier trama hollywoodense.
Engaño en Rotten Tomatoes: la sombra de Bunker 15
La agencia publicitaria Bunker 15 no se quedó de brazos cruzados viendo el destino de ‘Ophelia’. Decidieron actuar. No con una campaña publicitaria innovadora o un rebranding del filme, sino con una táctica mucho más audaz: comprar críticas positivas. Por sorprendente que parezca, no estaban desembolsando grandes sumas, sino meros 50 dólares por crítica favorable.
Estas transacciones se centraron en aquellos críticos no tan conocidos, aquellos que formaban parte de sitios web menos populares. La estrategia parecía simple, pero resultó ser efectiva. De la noche a la mañana, ‘Ophelia’ mejoró su aprobación hasta un 62%, consiguiendo el codiciado status de película “fresca”.
Y si te preguntas sobre el mecanismo detrás de esta manipulación, Bunker 15 tenía todo planeado. En uno de sus correos electrónicos, instruían a los críticos sobre cómo actuar si no les había gustado la película. De acuerdo con ellos, existían críticos “super agradables” que podían publicar sus reseñas en blogs más pequeños, invisibles para Rotten Tomatoes. Esta táctica garantizaba que solo las críticas positivas fueran detectadas, asegurando un panorama favorable para la película.
Pero, como suele ocurrir con los secretos oscuros, todo sale a la luz. Gracias a una investigación de Vulture, el engaño quedó al descubierto, sacudiendo los cimientos de la industria y poniendo en jaque la credibilidad de Rotten Tomatoes.
El sitio web, por su parte, ha prometido tomar medidas contra estos críticos comprados y revisar sus procedimientos. Sin embargo, la duda persiste. Si el sistema está roto, como indica Paul Schrader, y si es tan fácil manipularlo, ¿cómo confiar en él nuevamente?
Martin Scorsese, una voz autorizada en la industria, ha señalado que plataformas como Rotten Tomatoes deshumanizan el trabajo de los cineastas y reducen a los espectadores a simples consumidores. Este escándalo ha arrojado luz sobre el poder y la influencia de estas plataformas, pero queda por ver si habrá un cambio real en la percepción pública.
Lo que está claro es que Rotten Tomatoes, a pesar de este tropiezo, sigue siendo una fuerza dominante en la cultura cinematográfica. Pero, ¿a qué precio?
Una influencia que trasciende el cine
Desde sus inicios, la web de clasificación de review no sólo ha sido una herramienta de consulta para los fans del cine, sino que también ha influido significativamente en la percepción general de una producción cinematográfica. Ha servido como una brújula para muchos espectadores indecisos, y no es raro escuchar la frase: vamos a ver qué dice Rotten Tomatoes antes de decidir ver una película. Pero, ¿cómo alcanzó este sitio web tal nivel de influencia y qué significa realmente para la industria?
La plataforma nació en 1998, en una época en la que el internet empezaba a consolidarse como una fuente primordial de información. En un principio, su misión era simple: agregar reseñas de películas y proporcionar un porcentaje de aprobación basado en críticas positivas y negativas. Su sistema de “fresco” o “podrido” simplificaba la toma de decisiones de los espectadores, ofreciendo una visión general del sentir de los críticos hacia una determinada película.
Con el paso de los años, Rotten Tomatoes se expandió para incluir críticas de programas de televisión y, más tarde, reseñas de usuarios. Esto añadió una nueva dimensión al sitio, permitiendo que los fans participaran activamente en las discusiones y compartieran sus propias opiniones. Sin embargo, también introdujo una serie de desafíos, como la posibilidad de que ciertos grupos de fans manipularan las calificaciones, ya sea positiva o negativamente.
Es importante señalar que, si bien Rotten Tomatoes proporciona una visión general basada en un sistema de porcentajes, no necesariamente refleja la calidad objetiva de una producción. Una película con un 60% de aprobación no significa que sea “un 60% buena”, sino que el 60% de los críticos la valoraron positivamente. Es una distinción crucial que muchos pasan por alto, y que puede llevar a interpretaciones erróneas sobre la verdadera calidad de una obra.
El reciente escándalo con Bunker 15 ha arrojado dudas sobre la integridad de la plataforma, pero también ha resaltado la importancia de consumir críticas de forma responsable. Como espectadores, es esencial diversificar las fuentes de información, leer reseñas completas y no basar las decisiones únicamente en porcentajes. Rotten Tomatoes tiene un papel indudable en la cultura cinematográfica actual, pero es vital usarlo como una herramienta y no como un veredicto definitivo.
