La nostalgia y la pasión por los cómics clásicos convierten esta pieza de Spider-Woman en una joya histórica
Hay obras que marcan época, pero hay otras que directamente hacen historia. Eso es justo lo que ha pasado con el arte original de la primera aparición de Spider-Woman, que acaba de venderse por 690.000 dólares en una subasta celebrada por Heritage Auctions. Un bombazo absoluto que ha dejado al mundo del coleccionismo temblando… y con razón.
Detrás del dibujo está Gil Kane, uno de los grandes ilustradores de Marvel, y la pieza en cuestión no es cualquier cosa: se trata de la portada de Marvel Spotlight #32, publicada en 1977. Vamos, el debut oficial de Jessica Drew con su icónico traje rojo y negro que se grabó a fuego en la retina de miles de fans.
El arte original de Spider-Woman
La subasta no fue un evento cualquiera. Entre el 3 y el 6 de abril, se celebró un auténtico festival para amantes del cómic y el arte original. Más de 18,5 millones de dólares cambiaron de manos en una lluvia de nostalgia, tinta y papel que dejó varios récords para el recuerdo.
Entre los grandes nombres que se llevaron ovaciones, también destacaron:
- Arthur Adams y Terry Austin, cuya portada desplegable de New Mutants Special Edition #1 (1985) alcanzó los 240.000 dólares, el récord absoluto para una obra de Adams.
- Un Detective Comics #1 de 1937, en estado Fine+ (6.5), se vendió por 228.000 dólares. Y sí, hablamos de un número anterior incluso a la primera aparición de Batman.
- El Silver Surfer #1 de 1968 tampoco se quedó atrás: voló por 132.000 dólares, demostrando que el surfista cósmico sigue teniendo tirón.
Frank Miller y Joe Rubinstein también tuvieron su momento estelar. Su portada original para The Marvel Comics Index #9B (1982) alcanzó los 180.000 dólares, mientras que Ron Lim y George Pérez rompieron su propio techo con la portada de The Infinity Gauntlet #5, que se fue por 162.000 dólares.
Frank Frazetta, por su parte, aportó una joya inesperada: la portada de la novela Night Walk de Bob Shaw, que nada tiene que ver con Spider-Man, pero que alcanzó los 528.000 dólares. Pura magia visual.
Y no nos olvidamos de otra pieza muy querida: la portada de Swamp Thing #21 titulada The Anatomy Lesson, ilustrada por Tom Yeates, basada en la legendaria historia de Alan Moore, Steve Bissette y Rick Veitch, que encontró nuevo dueño por 192.000 dólares.
La fiebre del coleccionismo no afloja
Barry Sandoval, vicepresidente de Heritage, resumía así el fenómeno: “Cuando ves cómics como Detective Comics #1 o Silver Surfer #1 alcanzando cifras astronómicas, entiendes que los coleccionistas siguen profundamente conectados con los orígenes del medio”. Y es que estas obras no son solo papel: son fragmentos de historia cultural, testigos de una época y motores de imaginación colectiva.
Por su parte, Todd Hignite, vicepresidente ejecutivo de la casa de subastas, aseguró que “estamos viendo un entusiasmo sin precedentes en todos los frentes: números clave, arte original, primeras apariciones… Todo vale si tiene alma”. Lo cierto es que el mercado del cómic clásico vive una segunda juventud, y cada nuevo récord parece empujar el listón un poco más alto.
Más allá del precio
Lo que hace especial esta venta no es solo la cifra, aunque los 690.000 dólares suenen a locura. Es el hecho de que una portada dibujada hace casi 50 años siga generando tanto interés, tanto deseo y tanta admiración. Es una victoria para el arte secuencial, para la narrativa visual, y sobre todo, para todos esos lectores que alguna vez soñaron con ser héroes.
Y si nos ponemos románticos, también es una reivindicación de personajes femeninos como Spider-Woman, que desde su nacimiento en los años 70 no ha dejado de evolucionar y ganarse su hueco entre las grandes figuras del Universo Marvel.
Porque al final, cada trazo de esos originales contiene algo que el dinero no puede medir: la emoción de un descubrimiento, el eco de una infancia, la chispa de una pasión que no entiende de edades.