Los fans de Black Mirror están alucinando con el 2º episodio de la nueva temporada y sus dos versiones distintas en Netflix
El capítulo que te hace dudar de tus propios recuerdos
En medio del capítulo, María y Verity discuten sobre el nombre de una cadena de comida rápida. María asegura que se llama Barnies, porque su novio trabajaba allí y tiene una gorra con ese nombre (que, efectivamente, vemos al principio del episodio). Sin embargo, cuando busca en Google, el nombre que aparece es Bernies. Todo parece formar parte de la distorsión de la realidad provocada por Verity… hasta que los fans se dieron cuenta de algo inquietante.
¿Nos están habiendo luz de gas desde la pantalla?
Varias personas comenzaron a comparar versiones del episodio y, sorpresa: hay dos ediciones distintas circulando en Netflix. En una, el nombre correcto desde el principio es “Barnies”, en otra, es “Bernies”. Una espectadora lo compartió en redes con el comentario: “Mi amiga y yo vimos el mismo episodio y notamos una diferencia brutal en la escena del minuto 16:40. Incluso a los espectadores nos están gaslighting.” Y lo mejor: incluyó un vídeo con la prueba.
La conexión con el efecto Mandela
Todo apunta a que este guiño de los creadores de la serie es un homenaje retorcido al famoso “Efecto Mandela”. Este fenómeno se refiere a errores de memoria compartidos por miles de personas, como creer que Nelson Mandela murió en prisión en los 80, cuando en realidad fue liberado en 1990 y murió en 2013.
Netflix se lo toma a broma… o no tanto
Aunque la plataforma no ha hecho un anuncio oficial reconociendo estas versiones alternativas, sí ha jugado con el tema en redes. Hace poco, la cuenta oficial de Netflix publicó la palabra “bernies”, y Black Mirror respondió con un simple “barnies”. Un cruce de tweets aparentemente inocente, pero que para los fans es una confirmación clara: esto está planeado.
Y es que, si algo nos ha enseñado Black Mirror, es que cuando algo parece raro, probablemente es porque está diseñado para hacernos sentir incómodos, confundidos… y completamente atrapados.
Un episodio que se disfruta más de una vez
Sea como sea, la jugada de Netflix y Charlie Brooker no solo ha sido brillante, sino que ha reabierto el debate sobre la manipulación de la realidad digital, la memoria colectiva y nuestra relación con la tecnología. Y si encima nos hace discutir con amigos sobre qué versión vimos… misión cumplida.