Repasamos quiénes son los enemigos más crueles que han hecho temblar a Goku y compañía en Super
El villano más cruel de Dragon Ball Super
Lejos de ser parte de una estrategia brillante, esta decisión fue puro capricho destructivo: si él no podía ganar, nadie merecía sobrevivir. Aunque su impacto fue menor por la intervención de Gohan y Piccolo, el egoísmo y desprecio por la vida de Magenta lo convierten en uno de los villanos más ruines de la franquicia.
Fanáticos del exterminio
Su convicción inquebrantable en su “noble causa” los hizo aún más temibles. No eran monstruos por placer, sino por ideología, lo cual los convierte en antagonistas especialmente peligrosos. Su crueldad no era impulsiva, era fría y metódica.
El tirano eterno
¿Realmente pensábamos que Freezer iba a cambiar? Nada más lejos. Tras ser resucitado en Dragon Ball Super, el emperador galáctico demuestra que su sed de poder y su desprecio por la vida siguen intactos.
El manipulador sin escrúpulos
Elec, líder de los Heeters, podría dar lecciones de cómo usar a los demás y tirarles como basura después. Su trato a Gas, su propio hermano, es uno de los momentos más fríos de la serie. A sabiendas de que el nuevo poder de Gas lo estaba matando, Elec no solo no intentó salvarlo, sino que lo empujó a seguir luchando hasta morir.
En Dragon Ball Super, hemos visto villanos crueles, pero pocos tan despiadados como Elec, que no dudó en sacrificar a su propia familia para cumplir sus ambiciones. Su falta de empatía lo coloca muy cerca de la cima del mal.
El devorador de vidas
Pero si hablamos de pura maldad, Moro se lleva el trofeo. El antiguo devorador de planetas no solo buscaba energía para fortalecerse: su placer estaba en destruir civilizaciones enteras.
En un universo donde el poder suele ir acompañado de cierta camaradería o códigos de honor, Moro destaca por ser una máquina de destrucción sin alma, capaz de todo para satisfacer su hambre infinita de poder.
Villanos de pura cepa
Dragon Ball Super nos ha dejado claro que la maldad puede tomar muchas formas: desde la rabieta destructiva de Magenta hasta la frialdad absoluta de Moro. Cada uno de estos villanos ha dejado su huella imborrable, recordándonos que sin grandes enemigos, no habría grandes héroes.
Y aunque Goku, Vegeta y los suyos siempre acaban venciendo, el rastro de caos y destrucción que estos villanos dejan a su paso es lo que hace que sus victorias sean todavía más épicas.