Descubre el momento en que Freezer llegó a su máximo nivel de crueldad en el manga de Dragon Ball super

Freezer dejó en ridículo a Goku y Vegeta con su forma más oscura hasta la fecha

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Freezer ha sido muchas cosas a lo largo de Dragon Ball: emperador galáctico, genocida, eterno rival… pero su momento más cruel no se vio ni en Dragon Ball Z, ni en ninguna de las películas. Su acto más despiadado llegó años después, en el manga de Dragon Ball Super, y dejó claro que aún no hemos visto lo peor de este villano. Sí, estamos hablando del Freezer que destrozó a Krilin, que mató a Vegeta llorando, que reventó a Namek solo porque podía. Y aún así, nada de eso se compara con lo que hizo en el capítulo 87 del manga de Dragon Ball Super.

El Freezer de siempre pero aún más letal

Mientras que otros enemigos de la saga han acabado redimidos —como Piccolo, Vegeta o incluso Majin Buu—, Freezer nunca ha mostrado ni una chispa de humanidad. Su retorno en Resurrection F ya nos dejó claro que no había cambiado, pero lo que haría años después con Gas lo confirma de manera definitiva.

Gas, que se había convertido en el guerrero más poderoso del Universo 7 gracias a un deseo de las esferas del dragón, plantó cara a Goku y Vegeta con un nivel de fuerza sobrecogedor. Pero en medio de la batalla, Freezer aparece de la nada… y lo elimina de un solo puñetazo. Así, sin previo aviso y sin esfuerzo.

¿Y luego? No satisfecho con eso, aplasta el cráneo de Gas bajo su bota, demostrando que no era una jugada estratégica, sino una pura muestra de poder. Lo hizo simplemente porque podía.

Ese acto de brutalidad fría y sin propósito no solo borra del mapa al villano más reciente del manga, sino que deja claro que Freezer ha alcanzado un nuevo nivel de maldad.

La forma más peligrosa del emperador galáctico

Justo después de ese asesinato, Freezer revela su nuevo poder: Black Freezer. Un nombre simple, pero que esconde una transformación abrumadora. Durante años, mientras Goku y Vegeta entrenaban con dioses, Freezer se encerró en una dimensión similar a la Habitación del Tiempo durante una década.

El resultado: una versión de sí mismo capaz de derrotar de un solo golpe a los dos saiyans más poderosos. Sin transformación dramática, sin gritos, sin necesidad de mostrar músculo. Solo una demostración escalofriante de que ha superado a todos.

Y eso es lo que da miedo. Porque ni siquiera les dio la oportunidad de luchar. Simplemente los neutralizó y se marchó, como quien pisa una hormiga en el camino.

El villano definitivo de Dragon Ball

Lo interesante aquí no es solo el nuevo poder de Freezer, sino su evolución como antagonista. Ya no es el tirano que necesitaba escenitas dramáticas o transformaciones en cadena. Ahora es el enemigo silencioso, paciente, calculador, que entrena en la sombra y ataca cuando nadie se lo espera.

Su aparición en el manga marca un cambio en las reglas del juego. Ya no se trata solo de quién tiene más ki o cuántas formas puede desbloquear Goku. Freezer ha demostrado que el verdadero poder está en saber cuándo golpear.

El emperador del mal que nunca necesitó redención

A diferencia de personajes como Vegeta, Piccolo o incluso Android 17, que acabaron aliándose con los protagonistas, Freezer nunca ha mostrado interés en cambiar. Aunque tuvo oportunidades —como cuando Goku le perdonó la vida en Namek o cuando cooperó temporalmente en el Torneo del Poder—, su naturaleza sigue siendo destructiva y egocéntrica. En vez de evolucionar hacia el bien, ha perfeccionado su maldad, convirtiéndose en un símbolo de amenaza constante. Esta negativa a cambiar le ha dado una presencia única en la saga: es el único villano recurrente que mejora solo para vengarse.

Comparado con otros antagonistas de Dragon Ball, como Cell o Majin Buu, Freezer destaca por su inteligencia estratégica. No se limita a ser una fuerza bruta; sabe cuándo desaparecer, entrenar en la sombra y volver más fuerte que nunca. Esa combinación de frialdad, cálculo y fuerza lo convierte en el enemigo más completo y aterrador que ha enfrentado Goku.