El héroe más emblemático del cuerpo de Linternas Verdes ya no es quien creías… y eso solo es el principio
¿Qué pasaría si el mayor símbolo de voluntad del universo se convirtiera en una amenaza que ni los Guardianes podrían contener? DC acaba de soltar una bomba con Absolute Green Lantern #1, y la víctima no es otra que Hal Jordan. El icónico portador del anillo ha sido rediseñado, reconstruido y, por qué no decirlo, corrompido en la nueva línea Absolute Universe, y lo que le ha ocurrido es algo que ni Parallax se habría atrevido a imaginar.
Este número uno arranca sin rodeos: Jordan ya está tocado por una fuerza misteriosa cuando lo vemos caminar por una carretera bajo un calor abrasador. Un policía se le acerca con intención de ayudar, pero lo que descubre al mirar su mano izquierda acaba costándole la vida… literalmente. Esa mano, envuelta en una especie de energía negra, desata un estallido de poder que fulmina al agente en el acto.
El renacer oscuro de Hal Jordan
¿Qué ha pasado para que Hal Jordan se convierta en una especie de “mano de la muerte” andante? Un flashback nos da algo de contexto: Hal, Jo Mullein y John Stewart estaban en un pueblo tranquilo cuando presenciaron la aparición de un objeto gigantesco con forma de símbolo de los Green Lanterns. Un motorista se estrelló contra él y murió al instante. Sin pensarlo demasiado, el trío se lanzó a investigar.
Hal fue el primero en tocar la extraña estructura y, a partir de ahí, empezó la pesadilla. Voces en su cabeza, visiones de un símbolo negro y esa energía corruptora que parece haberle infectado el brazo. Lo que no esperaba era que este “regalo maldito” transformaría su cuerpo en un arma de destrucción incontrolable.
De vuelta al presente, Hal entra en una cafetería con la intención de confesar lo ocurrido. Al principio, parece estar contenido, como si pudiera frenar ese poder oscuro… pero no por mucho tiempo. La tensión explota cuando un cliente intenta quitarle la chaqueta y Hal, sin querer (o sin poder evitarlo), mata a otro inocente. El horror se repite y, para cuando la policía reacciona, ya es demasiado tarde. Ni siquiera un disparo consigue detenerlo: la entidad que le domina sana sus heridas y lo impulsa a arrasar con todo.
Hal Jordan ha pasado de héroe intergaláctico a convertirse en una versión absoluta de Black Hand, con un poder que no solo mata, sino que absorbe, corrompe y lo deja más roto emocionalmente con cada minuto que pasa.
Una batalla inevitable
Lo que hace Absolute Green Lantern #1 aún más jugoso es que el número termina anunciando un enfrentamiento épico entre Jo y Hal. Pero Jo también ha cambiado: ahora emite una energía verde pura y ya luce el símbolo del Cuerpo. Mientras Hal camina hacia su propio infierno, Jo parece estar lista para pararle los pies… o al menos intentarlo.
Este enfrentamiento promete ser uno de los más impactantes del nuevo Absolute Universe, que ya venía con la intención de sacudir los cimientos del canon DC. Y vaya si lo está consiguiendo.
El reinicio total para el linterna más famoso
Este no es solo un Elseworlds más. DC ha apostado fuerte con Absolute Universe, un universo donde todo puede pasar… y pasa. La propuesta recuerda a lo que hizo Marvel con su línea Ultimate, pero con un tono aún más radical. Lo que más impresiona no es solo la reinterpretación de personajes, sino el riesgo de destruir su esencia y ver qué surge de ahí.
Hal Jordan siempre fue el emblema del autocontrol, del coraje frente al miedo. Ahora es lo contrario: un hombre roto, al borde del colapso, con un poder que ni entiende ni puede manejar. Y eso nos plantea una gran pregunta: ¿puede un héroe seguir siéndolo cuando se convierte en su peor pesadilla?
Este nuevo enfoque también deja la puerta abierta a explorar el mito de los Linternas Verdes desde una perspectiva más oscura, más visceral, alejada de los Guardianes de Oa y su rígido código. Con Jo y John como posibles nuevos pilares de luz, y Hal como catalizador del caos, Absolute Green Lantern no solo refresca al personaje, sino que plantea un nuevo paradigma para la franquicia.
Y lo mejor (o peor): esto acaba de empezar.



