En el reparto brillan nombres que hacen subir (aún más) el hype: Oscar Isaac encarna al atormentado doctor Victor Frankenstein, con Christian Convery en la versión joven del personaje. Pero la trama gira en torno al excéntrico Doctor Pretorious, interpretado por Christoph Waltz, quien viaja por la Europa del siglo XIX en busca del legendario Monstruo, supuestamente muerto en un incendio muchos años antes.
Y sí, el Monstruo existe y tiene rostro: Jacob Elordi, el nuevo galán del cine indie, se mete en la piel de esta criatura que —como ya podemos intuir— no será el villano que muchos esperan. Mia Goth, musa del nuevo terror con Pearl y X, da vida a Elizabeth Lavenza, prometida de Victor. El reparto lo completan Lars Mikkelsen como el capitán Anderson y Ralph Ineson como el profesor Krempe.
No es casual que del Toro haya elegido precisamente esta obra para volcar sus inquietudes personales. Frankenstein, como criatura y como mito, es el reflejo perfecto de los miedos existenciales y los vínculos rotos. Lejos de las versiones más convencionales del monstruo, aquí se perfila como una figura trágica, incomprendida… y tal vez incluso entrañable.
La actriz se une así a una larga lista de intérpretes que han quedado marcados por colaborar con del Toro, quien tiene fama de ser meticuloso pero también profundamente humano en sus procesos de creación. Para muchos, Frankenstein no será solo un proyecto más, sino una carta de amor a la diferencia, al dolor heredado y a la necesidad de conexión.
Netflix, por su parte, apuesta fuerte por el proyecto, viendo en él un evento cinematográfico global, que combinará la potencia de un reparto estelar con el enfoque autoral de uno de los cineastas más queridos del panorama actual. Con el rodaje finalizado en septiembre de 2024, solo queda esperar el montaje definitivo y cruzar los dedos para que esta nueva criatura resucitada cumpla con nuestras expectativas… o mejor aún, las subvierta por completo.