Descubre cómo Loki se convirtió en el salvavidas del multiverso Marvel y cambió el MCU para siempre

Loki no solo salvó el tiempo en pantalla, también salvó la narrativa del MCU

Cuando Avengers: Endgame cerró la puerta a la Saga del Infinito, el Universo Cinematográfico de Marvel se enfrentaba a un nuevo reto: reinventarse sin perder su esencia. Y justo cuando parecía que el multiverso podía volverse un caos incomprensible, llegó Loki, la serie que no solo ordenó ese lío temporal, sino que también redefinió qué significa ser un personaje de Marvel.

Loki y el multiverso

Loki no fue una serie más del montón post-Endgame. Se convirtió, sin que nadie lo esperase, en la piedra angular del multiverso, ese concepto que ahora define todas las fases 4 y 5 del MCU. Mientras películas como Doctor Strange en el Multiverso de la Locura o Spider-Man: No Way Home se llevaban los titulares por sus cameos y explosiones visuales, fue Loki la que sentó las bases, reglas y límites de lo que es y no es posible cuando hablamos de realidades alternativas.

La serie introdujo a la Autoridad de Variación Temporal (TVA), explicó de forma magistral cómo funciona el viaje temporal en este universo, y colocó a Marvel en una posición cómoda: ahora podían decidir qué eventos valían y cuáles no. ¿Te gustaba el Spider-Man de Tobey Maguire? Ahora es canon. ¿Y Blade de Wesley Snipes? También cabe. Todo gracias a esa “línea temporal sagrada” que definió el futuro… y el pasado.

Pero la influencia de Loki no se detuvo ahí. Michael Waldron, su guionista principal, fue el encargado de asegurarse de que Doctor Strange 2 no rompiera las reglas establecidas. “Me convertí en el tipo con el conocimiento institucional del multiverso”, explicó Waldron. Y aunque en su momento le pesó tanta responsabilidad, la realidad es que su trabajo terminó siendo el mapa que el resto del MCU tendría que seguir.

Del caos al corazón

Lejos de los rayos láser y las batallas cósmicas, Loki apostó por el drama personal. En vez de un desfile de cameos, nos encontramos con una serie introspectiva, centrada en la evolución emocional del dios del engaño. Loki, interpretado como siempre por un inmenso Tom Hiddleston, fue obligado a verse a sí mismo desde fuera. Sus derrotas, sus traiciones, sus muertes… todo frente a un Mobius (Owen Wilson) que ejercía de terapeuta con una paciencia casi celestial.

Esta dinámica desmontó al Loki arrogante, dejándolo sin su ego, su poder y su retórica. Lo que vimos fue a un personaje quebrado que, por primera vez, buscaba algo distinto: redención, comprensión y, tal vez, amor. Su relación con Sylvie, una variante femenina de sí mismo, fue mucho más que un enredo romántico: fue una metáfora brillante sobre aceptarse tal como uno es.

El nuevo estándar de calidad Marvel

Muchos fans piensan que Loki fue lo mejor que le pasó al MCU desde Endgame. Y no es casualidad. Mientras algunas producciones recientes han sido recibidas con indiferencia, las que han brillado —como Deadpool & Wolverine o Thunderbolts— han seguido la estela de Loki: menos fuegos artificiales, más profundidad.

En Thunderbolts, por ejemplo, Marvel presentó a uno de sus personajes más poderosos, The Sentry (interpretado por Lewis Pullman), pero lo hizo dentro de una historia íntima sobre morales grises, errores del pasado y necesidad de redención. Lo mismo está ocurriendo con Daredevil: Born Again, otra serie que se centra más en el “quiénes somos” que en el “qué podemos hacer”.

El truco de Marvel no es el CGI. Es el corazón.

Y aquí es donde Loki marcó la diferencia: una historia cerrada, redonda, que no necesita de diez películas para funcionar. Es más: si mañana decides dejar de ver Marvel y solo terminas Loki, te vas con la sensación de haber visto una obra completa. Eso no pasa todos los días.

Un cambio que enriqueció la narrativa marvelita

Loki no solo ordenó el caos del multiverso. También recordó a Marvel y a sus fans por qué nos enamoramos de estos personajes. En una época en la que el cansancio de superhéroes se siente en cada estreno, el dios del engaño ha demostrado que, con buenas historias y desarrollo emocional, el MCU todavía tiene mucho que ofrecer.

Y mientras esperamos ver a Loki regresar en Avengers: Doomsday, una cosa queda clara: el multiverso de Marvel no tiene sentido sin él.