El creador original vuelve mientras la saga de Jigsaw cambia de manos en un movimiento inesperado
A veces, las películas de terror resurgen cuando menos te lo esperas. Y esta vez, el turno es para Saw, la saga que nos hizo mirar con desconfianza cualquier sala con cadenas, sierras o muñecos con voz robótica. En un giro que ha dejado a muchos fans del género con los ojos como platos, Blumhouse ha adquirido los derechos de la franquicia a través de un acuerdo con Twisted Pictures. Pero eso no es todo: James Wan, el director original, vuelve a jugar con sangre.
Lionsgate seguirá siendo copropietaria de la IP (un 50%), lo que significa que no se desvincula completamente, pero sí deja claro que hay nuevos jugadores al mando. Mark Burg y Oren Koules, los históricos productores de la saga, se despiden, dejando la puerta abierta a una reinvención con aroma a Blumhouse.
El regreso de Jigsaw, ahora en manos de Blumhouse
Lo interesante de esta jugada no es solo el cambio de propietarios, sino el potencial creativo que se desata con la implicación de Blumhouse. La productora responsable de éxitos como Insidious o The Invisible Man ya ha demostrado su habilidad para revivir franquicias y darles un giro moderno, y esta nueva etapa de Saw podría beneficiarse de un enfoque más psicológico, atmosférico y menos centrado en la simple carnicería.
Aunque no hay ningún nuevo proyecto confirmado oficialmente, el regreso de James Wan al redil (aunque todavía no sabemos si como director, productor o algo más) y la experiencia previa con Leigh Whannell auguran una posible evolución del tono de la franquicia. Algo necesario, especialmente después del parón creativo que sufrió Saw XI, que iba a estrenarse en septiembre de 2025 pero acabó en un cajón por diferencias creativas.
Ese proyecto contaba con un guion de los veteranos Patrick Melton y Marcus Dunstan, y con Kevin Greutert, director de Saw X, dispuesto a repetir. Pero ni siquiera los 112 millones de dólares recaudados por la décima entrega (con un presupuesto de apenas 18,3) bastaron para alinear intereses.
La historia de Saw es la historia del terror moderno. Lo que comenzó como una propuesta indie en 2004 con apenas 1,2 millones de presupuesto, terminó convirtiéndose en una máquina de hacer dinero con más de mil millones de dólares recaudados en todo el mundo. Además de películas, la franquicia ha inspirado videojuegos, cómics, casas del terror y disfraces de Halloween.
El eje central siempre ha sido el mismo: John “Jigsaw” Kramer y sus discípulos, enfrentando a sus víctimas a juegos morales extremos, donde la redención y el castigo se mezclan con litros de sangre. La premisa ha evolucionado, pero la esencia retorcida del personaje sigue atrayendo a millones.
La gran pregunta ahora no es si volverá Jigsaw… sino cómo. ¿Será un reboot completo? ¿Una continuación directa? ¿O quizá una historia paralela al estilo Spiral? Con Blumhouse en los mandos, podríamos esperar una mezcla de nostalgia con innovación, algo que conecte con la nueva generación de espectadores sin perder el espíritu de las entregas clásicas.
Y mientras Lionsgate mantiene su parte del pastel, será interesante ver cómo dos gigantes del terror colaboran en una misma franquicia. Todo apunta a que pronto volveremos a escuchar esa frase escalofriante: “Quiero jugar a un juego”.
Blumhouse y Saw, claves para entender el futuro de la franquicia
La unión entre Blumhouse y Saw podría marcar el comienzo de una nueva etapa dorada para el terror. Esta colaboración vuelve a juntar a James Wan con Jason Blum, dos nombres que, por separado, ya han revolucionado el género, y que juntos podrían crear algo potente.
Además, no sería descabellado imaginar una expansión transmedia de la franquicia, como ha ocurrido con The Purge o Paranormal Activity. Series, podcasts, videojuegos más elaborados e incluso experiencias inmersivas en parques temáticos podrían estar sobre la mesa si el regreso cinematográfico tiene éxito.