Pero la gran sorpresa —y delicia para los fans de la Flanafam— llega con el fichaje de Samantha Sloyan como Margaret White, la madre ultra religiosa de Carrie. Si viste Misa de medianoche, recordarás el tipo de papel que Sloyan borda: fervor religioso, fanatismo, odio revestido de amor divino… justo lo que necesita una Margaret que sea memorable y temible a partes iguales.
El reparto se completa con un grupo diverso y prometedor: Alison Thornton como la maliciosa Chris Hargensen, Amber Midthunder (la guerrera de Prey) como la profesora Desjardin, Josie Totah como Tina, Thalia Dudek como Emaline, Siena Agudong como Sue Snell, Arthur Conti como Billy Nolan y Joel Oulette como Tommy Ross. Con estos nombres, parece que Flanagan quiere combinar frescura juvenil con interpretaciones potentes que nos rompan por dentro.
Una adaptación que quiere explorar más allá del horror superficial
La premisa sigue intacta: una adolescente inadaptada, víctima del acoso en el instituto y del fanatismo en casa, que descubre que tiene poderes telequinéticos. Pero con Flanagan al mando, podemos esperar una mirada más empática, desgarradora y atmosférica, al estilo de sus anteriores trabajos en Netflix.
Con esta nueva adaptación, Mike Flanagan tiene la oportunidad de explorar con mayor profundidad los matices psicológicos y sociales que rodean al personaje. Su estilo, centrado en el trauma y la redención, encaja a la perfección con el tono de la novela. Todo apunta a que esta Carrie será mucho más que una historia de venganza: será una radiografía emocional del dolor adolescente.
La era de las segundas oportunidades para los personajes maltratados