“Está dispuesto a pelear con todo el mundo”, asegura Reedus, hablando de su personaje. No lo dice como una amenaza gratuita, sino como una advertencia: Daniel ha llegado a su límite. Tras una vida de secretos, sangre y culpa, no piensa permitir que su hija sufra el mismo destino. En ese sentido, se convierte en un espejo de los protagonistas más icónicos de la saga.
“Es muy similar a lo que hacen Eve y John Wick”, explica el actor. “Ambos están empujados al límite por alguien a quien aman, y no tienen frenos. Para Ana, es venganza. Para Daniel, es salvar a su hija”. Esa conexión emocional es lo que da fuerza al personaje, y lo que podría convertirlo en una figura central de futuras entregas.
La apuesta por Ballerina es clara: expandir el universo Wick más allá de John. Con la presencia de Ana de Armas y la dirección de Len Wiseman, esta película no solo ofrece acción estilizada, sino también personajes con motivaciones más profundas. Daniel, con su mezcla de frialdad y ternura oculta, tiene potencial para convertirse en un nuevo icono de esta franquicia.
Y no olvidemos que Reedus es un rostro querido por los fans, con una enorme base gracias a su papel como Daryl en The Walking Dead. Su llegada a este universo no es solo una elección lógica desde el punto de vista comercial, sino una que puede dar mucho juego narrativo.
Además, su dinámica con Eve promete. Dos personajes que pelean por razones distintas, pero que se entienden en lo más profundo: la urgencia de proteger aquello que aman. Si la química en pantalla funciona, no sería extraño que su alianza se extienda más allá de esta película.