La escisión de Warner Bros. Discovery cambia el futuro del gaming para sus franquicias estrella
Lo que parecía un simple movimiento empresarial podría acabar teniendo consecuencias importantes para algunos de los videojuegos más queridos por los fans. Warner Bros. Discovery ha iniciado un proceso de división interna que, aunque no afectará directamente a la continuidad de Warner Bros. Games como entidad, sí modificará radicalmente su enfoque y prioridades.
Y es que la gran apuesta ahora es clara: menos juegos, pero más grandes, con un foco centrado en unas pocas franquicias estrella como Harry Potter, Mortal Kombat, DC y Juego de Tronos. En lugar de apostar por la cantidad, la compañía se está reorganizando para sacar adelante proyectos AAA que impacten a lo grande.
Warner Bros. Games, el nuevo plan maestro
Detrás de esta transformación hay movimientos estratégicos clave. Yves Lachance, hasta ahora al frente de Warner Bros. Montréal, ha sido ascendido a vicepresidente senior para liderar todo lo relacionado con las licencias de Harry Potter y Juego de Tronos. Por su parte, Shaun Himmerick, de NetherRealm Studios, hará lo propio con las franquicias de DC y Mortal Kombat. Además, Steven Flenory, desde Warner Bros. Games New York, tendrá las riendas de las áreas tecnológicas, como QA, publicación y experiencia de usuario.
Este cambio interno llega tras una oleada preocupante de cierres de estudios durante los últimos meses, entre los que destacan Monolith Productions y Player First Games. No se trata solo de reestructuración: estamos ante una consolidación drástica que prioriza lo rentable y lo reconocible.
En palabras del CEO de juegos y streaming de Warner Bros. Discovery, JB Perrette:
“Estamos optimizando nuestra estructura de equipo para desarrollar planes a largo plazo que entusiasmen a los jugadores de Harry Potter, Juego de Tronos, Mortal Kombat y DC”.
Pero aunque las intenciones parecen sólidas, el mensaje para los fans es ambiguo: sí, puede que tengamos más juegos de nuestras sagas favoritas, pero también tendremos menos variedad. Y con menos estudios y menos riesgo, títulos medianos e ideas originales podrían quedar fuera del tablero.
El riesgo de apostar solo por los gigantes
Desde el punto de vista financiero, apostar por blockbusters como Hogwarts Legacy o Mortal Kombat 1 tiene sentido. El primero fue un éxito rotundo, y el segundo sigue siendo una saga con comunidad fiel. Pero en un panorama donde los jugadores cada vez valoran más la innovación, el riesgo creativo y la identidad de autor, la estrategia puede ser peligrosa.
Además, con los costes de desarrollo de juegos AAA disparados, cada fracaso podría doler el doble. Mientras tanto, estudios independientes continúan ganando terreno con propuestas frescas y de menor presupuesto que no necesitan vender millones para ser rentables.
Hogwarts Legacy, por ejemplo, se convirtió en un fenómeno mundial. Su secuela está en marcha, pero las expectativas estarán por las nubes. Lo mismo ocurre con cualquier entrega futura de Mortal Kombat: si la compañía se va a centrar en menos juegos, la presión por acertar será máxima.
Y eso sin contar el nuevo escenario tras la división de Warner Bros. Discovery. Aunque Warner Bros. Games se queda bajo el paraguas de la rama de streaming y estudios, su destino está ligado al éxito de ese nuevo enfoque corporativo. De ahí que los movimientos actuales parezcan más una apuesta por la eficiencia que por la expansión.
¿Qué pasará con los juegos fuera de las grandes franquicias?
Es la gran incógnita. Los títulos que no pertenecen a las IPs principales podrían verse relegados al olvido o cancelados antes de despegar. No hay planes públicos sobre sagas menores ni sobre nuevas propiedades intelectuales. El mensaje entre líneas parece claro: menos experimentación, más control y más retorno inmediato.
Esto podría explicar también la desaparición de proyectos en desarrollo o el silencio sobre ciertos juegos anunciados hace años. Con menos estudios activos y un enfoque centralizado en títulos de alto impacto, las oportunidades para lo nuevo se reducen.
En definitiva, Warner Bros. Games apuesta todo a sus cartas más seguras, pero eso no siempre garantiza la victoria. Para los fans, esto puede suponer más Mortal Kombat y más DC, sí, pero también menos variedad y más distancia entre lanzamientos. Y con una industria cada vez más volátil, centrarse solo en los grandes nombres puede ser tan rentable como arriesgado.