El reboot de Street Fighter está dando mucho que hablar, y no solo por la brutal mezcla de luchadores, actores y hasta estrellas del wrestling
Primeras impresiones del nuevo reboot
Las imágenes también muestran a Noah Centineo como Ken Masters, con un look muy fiel al videojuego, y a Callina Liang como Chun-Li, entrenando junto a Andrew Koji (Ryu) y Andrew Schulz (Dan Hibiki). Todo esto ha sido compartido en redes sociales por los propios actores, aumentando las expectativas de un proyecto que aún guarda más secretos de los que revela.
Lo más llamativo es que el reparto incluye figuras tan mediáticas como Cody Rhodes, campeón de la WWE, interpretando a Guile, mientras que Jason Momoa dará vida a Blanka y Roman Reigns se meterá en la piel del temible Akuma, el asesino del maestro de Ryu y Ken. Una combinación explosiva que mezcla Hollywood, Capcom y lucha libre profesional.
¿Una redención para las adaptaciones de Street Fighter?
Ahora, con Kitao Sakurai como director —conocido por The Eric Andre Show y la futura serie Butterfly de Prime Video— el reto es devolver el prestigio perdido. La gran pregunta es si este nuevo intento será capaz de romper la maldición y ofrecer a los fans una película que haga justicia al legado de Capcom.
El villano más carismático de Street Fighter
Dentro de la galería de enemigos de la saga, Vega siempre ha destacado por su elegancia y crueldad. Este luchador español fue concebido como parte de los cuatro jefes finales de Street Fighter II y rápidamente se convirtió en uno de los más recordados. Su estilo mezcla la técnica del ninjutsu con la destreza de la tauromaquia, una combinación que lo hace único frente a otros villanos de Capcom. Además de su agilidad felina, la garra metálica y la máscara que oculta su rostro son elementos icónicos que lo han convertido en símbolo de la franquicia.
El legado de Ryu y Ken
Si algo ha dejado claro este primer vistazo es que la elección del reparto está generando debate. Hay quienes celebran la frescura de juntar a músicos, actores y luchadores profesionales, mientras que otros temen que se convierta en un espectáculo sin rumbo, más centrado en nombres famosos que en la fidelidad al videojuego.
Sin embargo, nadie puede negar que ver a Orville Peck convertido en Vega, a Momoa pintado de verde como Blanka o a Roman Reigns encarnando a Akuma es un reclamo potente. Al final, la balanza dependerá de si la película logra capturar la esencia de Street Fighter: combates intensos, rivalidades legendarias y personajes larger-than-life.


