El regreso de la legendaria guerrera pelirroja sorprende a algunos críticos y decepciona a otros
Durante años, la sombra de Red Sonja ha planeado sobre Hollywood, esperando el momento perfecto para volver a blandir su espada. Tras incontables intentos fallidos y cambios de director, la She-Devil with a Sword por fin regresa a la gran pantalla bajo la dirección de M.J. Bassett, y con Matilda Lutz asumiendo el papel principal. Y aunque el resultado ha dejado opiniones encontradas, hay algo en lo que casi todos coinciden: la actriz italiana se ha enfundado la cota de malla como si hubiera nacido para ello.
Las primeras críticas, reunidas en portales como Rotten Tomatoes, pintan un panorama curioso: elogios a la protagonista y a los efectos prácticos, pero duras quejas hacia un guion torpe y una producción que no siempre logra disimular su presupuesto limitado. Aun así, incluso quienes la consideran una aventura irregular reconocen que hay algo magnético en la presencia de Lutz y en esa mezcla de violencia descarnada y fantasía pulp que caracteriza al personaje desde sus orígenes en el cómic.
Red Sonja
El argumento nos lleva a un imperio gobernado por un tirano, donde Sonja es capturada, encadenada y obligada a luchar por su vida en sangrientas arenas de gladiadores. Pero la heroína no se limita a sobrevivir: su objetivo es reunir un ejército de marginados y reclamar la libertad para su pueblo, enfrentándose al malvado Draygan y a la temible Dark Annisia. La película, clasificada R por su “violencia sangrienta intensa”, no se corta a la hora de mostrar el filo de la espada y la crudeza de su mundo.
El reparto también incluye a Michael Bisping como Hawk, Martyn Ford en el papel del general Karlak y Eliza Matengu como Amarak, completando un elenco pensado para aportar músculo y presencia a esta fantasía de espada y brujería.
Una producción marcada por la espera
Poner en marcha este reboot no fue tarea fácil. Más de una década se necesitó para concretar el proyecto, pasando por múltiples guionistas y directores hasta que Millennium Media dio luz verde en 2022. Inicialmente, el papel iba a ser para Hannah John-Kamen (Ant-Man and the Wasp, Thunderbolts), pero la responsabilidad terminó recayendo en Lutz, que ya había demostrado su capacidad física y carisma en Revenge.
La producción cuenta con una larga lista de nombres detrás, desde Avi Lerner y Mark Canton hasta Luke Lieberman y Jonathan Yunger, todos convencidos de que esta adaptación podía satisfacer a los fans de una de las heroínas más icónicas de la fantasía. Según Lieberman, “quienes ya conocen a Red Sonja encontrarán el corazón y el fuego que aman, y los nuevos descubrirán a la verdadera She-Devil with a Sword”.
La espada, la sangre y la nostalgia
Aunque no todos los críticos han caído rendidos, la película apunta directamente a los amantes del género sword and sorcery, un estilo que tuvo su época dorada en los 80 con títulos como Conan el Bárbaro. Red Sonja nació en las páginas de los cómics de Marvel en los 70, inspirada por los relatos de Robert E. Howard, y pronto se convirtió en un icono de fuerza, independencia y rebeldía femenina.
Este reboot parece querer honrar esa herencia con escenas de acción físicas y un toque de artesanía que se aprecia en las criaturas y decorados, aunque la falta de presupuesto impida alcanzar la grandiosidad de producciones más recientes. El resultado es un film que algunos definen como una mezcla de encanto kitsch y acción descarnada, mientras otros lo ven como una oportunidad desperdiciada.
¿Para fans o para todos?
La gran pregunta que deja este regreso es si Red Sonja logrará seducir más allá de su público fiel. Para los fans del personaje, ver a Matilda Lutz en acción puede ser suficiente recompensa; para el espectador general, el tono y las limitaciones técnicas podrían resultar un obstáculo. Sin embargo, el entusiasmo de los productores y el cariño de parte de la crítica podrían darle el empujón que necesita para convertirse en un título de culto en el género.
En definitiva, Red Sonja vuelve con su espada lista, ofreciendo una experiencia que no teme mancharse de sangre ni abrazar el espíritu pulp, aunque eso signifique no ser perfecta. Un viaje cinematográfico para quienes saben que, en las historias de fantasía, a veces el valor importa más que el brillo del presupuesto.


