Lo curioso de este reconocimiento es que Milioti vuelve a brillar en HBO, casi veinte años después de haber hecho una pequeña aparición en Los Soprano, serie que muchos consideran la semilla de proyectos como El Pingüino. Desde entonces, la actriz ha ido construyendo una carrera versátil: pasó de Cómo conocí a vuestra madre a dar vida a Teresa Petrillo en El lobo de Wall Street, y se consolidó en la comedia con Palm Springs, donde exploró un bucle temporal con frescura y emoción.
Ese recorrido explica por qué su interpretación ha resultado tan magnética. La actriz no solo interpreta a una villana, sino que la humaniza, mostrando cómo una joven inocente marcada por las sombras de su familia acaba convertida en un monstruo temido. Su paso por Arkham Asylum, su lucha por ocupar el lugar de su padre y su metamorfosis en Sofia Gigante son momentos que elevan la serie a otro nivel.
Un papel que la coloca entre los grandes villanos de DC
En este sentido, la actuación de Milioti es comparable a otros momentos icónicos de las series de DC, donde la línea entre héroe y villano se difumina. Su arco narrativo no solo encajó a la perfección en la propuesta de Matt Reeves y HBO, sino que ofreció una mirada más íntima y trágica a la mafia de Gotham, algo que pocas adaptaciones habían explorado con tanta profundidad.
Si la historia lo permite, su presencia podría añadir más capas de tensión entre el ascenso del Pingüino y el regreso de Bruce Wayne. En cualquier caso, el reconocimiento en los Emmy deja claro que el público quiere más de Sofia, y que HBO tiene un diamante en bruto con la actriz.
Sea en un futuro spin-off o en la secuela de The Batman, lo cierto es que la actriz ha dejado su huella en Gotham. Y los fans ya sueñan con volver a ver cómo Sofia Falcone —o mejor dicho, Sofia Gigante— se abre paso entre las sombras.