En palabras de Gunn, “Superman es más comic booky en algunos aspectos, pero la película girará alrededor de la relación dual entre Lex y Clark”. Esto supone un cambio de tono con respecto a la primera película, que se centraba más en la presentación del Hombre de Acero dentro del nuevo DCU.
El director remarcó que Lex, a pesar de todo, tiene algo de heroico: es un hombre que, sin poderes, se enfrenta a alguien capaz de derribar aviones con la mirada. Esa tensión, según Gunn, lo convierte en un personaje fascinante para la gran pantalla.
Las teorías de los fans ya apuntan a que será A.R.G.U.S. quien recurra a Lex para descifrar el Quantum Unfolding Chamber, lo que abriría la puerta a su liberación de Belle Reve y marcaría su participación en la secuela.
Además, su obsesión por demostrar que el ingenio humano puede rivalizar con el poder alienígena de Superman lo coloca en un lugar especial dentro de la mitología del cómic. A diferencia del Joker, cuyo caos es puro, o de villanos con motivaciones vengativas más simples, Luthor personifica la ambición desmedida. Precisamente esa dualidad, entre lo admirable y lo destructivo, es lo que Gunn parece querer llevar al cine en Man of Tomorrow.
Con fecha prevista para el 9 de julio de 2027, Man of Tomorrow no solo traerá de vuelta a Superman, sino que también podría transformar para siempre la manera en que vemos a su mayor enemigo.