El showrunner de Andor anima a explorar lo raro en la galaxia
El universo de Star Wars siempre ha sido terreno fértil para las historias más sorprendentes, pero parece que lo mejor está por venir. Tony Gilroy, showrunner de Andor, ha confesado que Lucasfilm está preparando proyectos “muy inusuales” que podrían marcar un antes y un después en la saga. Lejos de la nostalgia y las fórmulas repetidas, Gilroy apuesta por arriesgar y explorar rincones poco visitados de la galaxia.
Durante su paso por el podcast The Ringer-Verse, el creador recordó cómo Andor se convirtió en un fenómeno crítico al ofrecer un thriller político dentro del universo Star Wars, algo que pocos esperaban. Y ahora lanza un mensaje claro a los futuros guionistas: “deja ondear tu bandera rara y haz lo que mejor sabes hacer”. En sus palabras late la idea de que la franquicia necesita voces diferentes, dispuestas a experimentar sin miedo a romper moldes.
Andor como ejemplo de innovación en Star Wars
No es casualidad que Gilroy pueda hablar con tanta autoridad. La segunda temporada de Andor aumentó casi un 50% su audiencia, consolidándose como uno de los proyectos más sólidos de Lucasfilm. Además, acumuló 14 nominaciones a los Emmy, quedando solo detrás de The Mandalorian en número de reconocimientos. Un éxito que demuestra que salirse de lo esperado puede ser un riesgo rentable.
El propio showrunner cree que la clave está en abandonar la obsesión por repetir fórmulas y atreverse con nuevas épocas, nuevos héroes y hasta géneros distintos. Al fin y al cabo, recuerda, “hay miles de millones de seres en esa galaxia y muchísimos rincones sin explorar”.
La galaxia se prepara para lo inesperado
El horizonte de la franquicia viene cargado de títulos esperados, como la película The Mandalorian & Grogu (estreno en 2026) o la temporada 2 de Ahsoka. También está en marcha Star Wars: Starfighter, con Ryan Gosling como protagonista. Pero lo más intrigante son esos proyectos “inusuales” que Gilroy dejó caer, que podrían abrir puertas a historias tan inesperadas como necesarias.
Al final, su consejo resume una filosofía clara: Star Wars debe reinventarse sin miedo. Y si algo nos enseñó Andor, es que hay espacio para que la saga sea adulta, política, íntima… y sí, también rara. Quizá justo ahí resida la fuerza para que la galaxia muy, muy lejana siga viva durante las próximas décadas.
Rarezas que ya vimos en Star Wars
Aunque pueda parecer que Star Wars siempre se ha movido dentro de los mismos patrones, la realidad es que Lucasfilm ya ha experimentado con ideas poco convencionales. Un ejemplo reciente es Star Wars: Visions, la antología de cortos animados producidos en colaboración con estudios japoneses. Ahí vimos desde duelos samuráis con estética anime hasta relatos que parecían sacados de un cuento futurista. Muchos fans lo consideraron un soplo de aire fresco que demostraba lo flexible que puede ser la saga.
Otro intento “raro” vino con The Clone Wars, especialmente en sus últimos arcos. Dave Filoni se atrevió a explorar la mística de la Fuerza en episodios que parecían casi surrealistas, presentando planetas que representaban el lado luminoso y oscuro de formas muy simbólicas. Fue un movimiento arriesgado, pero hoy esos capítulos son considerados de lo mejor de la animación de la saga.
Un camino abierto para los nuevos creadores
La clave está en que Lucasfilm parece más abierta que nunca a dar luz verde a propuestas que no encajen en el molde habitual. Gilroy no es el único que lo pide; directores como Taika Waititi también han expresado su deseo de contar historias diferentes, alejadas de Skywalker y sus descendientes. Si estos proyectos se concretan, podríamos ver relatos ambientados en los primeros días de la Antigua República, en planetas nunca explorados o incluso historias sin Jedi ni Sith en el centro.

El reto, claro, será encontrar el equilibrio. El fandom de Star Wars es apasionado, pero también muy exigente. Experimentar con lo raro puede generar divisiones, como ya pasó con Los últimos Jedi, una película que algunos aplaudieron por arriesgarse y otros rechazaron por lo mismo. Gilroy lo sabe bien, y por eso insiste en que cada creador debe tener un motivo claro para entrar en esta galaxia y no limitarse a “reproducir” lo que ya existe.
La bandera rara ondeando en una galaxia muy lejana
Lo que queda claro es que Star Wars tiene que arriesgar para sobrevivir. La saga ya no puede vivir solo de cameos, nostalgia y batallas espaciales. Si Lucasfilm logra combinar la épica clásica con proyectos extraños y autorales, como parece estar planeando, los fans podríamos estar ante una nueva era dorada de la franquicia.
Y, como dice Gilroy, quizá lo mejor que puede pasarle a la saga es que los creadores dejen ondear su “bandera rara”. Porque en una galaxia con miles de millones de seres y culturas, ¿qué sentido tendría seguir contando siempre las mismas historias?


