Estas producciones de fantasía y ciencia ficción logran algo que parecía imposible: enganchar también a los que reniegan del género
Hay gente que no soporta los dragones, los hechizos o las profecías milenarias. Y es comprensible: la fantasía puede resultar demasiado lejana para quienes buscan historias más humanas o realistas. Pero en los últimos años, algunas series han conseguido algo insólito: atraer a los no fans del género con tramas, personajes y emociones muy reales, aunque haya magia de por medio. Si tú también te declaras “antifantasía”, aquí tienes cinco series que podrían hacerte cambiar de opinión.
Game of Thrones: el realismo dentro del mito
Aunque tenga dragones, caminantes blancos y magia, Game of Thrones se sostiene sobre algo mucho más humano: la ambición, la traición y el deseo de poder. Su éxito radicó en que la fantasía era solo el decorado, mientras lo realmente importante era la lucha política entre los personajes.
Cada casa representaba un modo distinto de entender la moral y el poder, y su mundo —inspirado en la Europa medieval— se sentía brutalmente real. George R.R. Martin y los showrunners David Benioff y D.B. Weiss lograron que millones de espectadores se interesaran por una historia de fantasía sin darse cuenta de que estaban viendo una. En el fondo, Game of Thrones es un espejo de nuestra sociedad: corrupción, codicia y la eterna pregunta de quién merece gobernar.
Kingdom: zombis, política y una Corea feudal impresionante
Esta joya surcoreana de Netflix mezcla historia, terror y fantasía con una elegancia sorprendente. Kingdom parte de un concepto simple: un virus que reanima a los muertos en pleno período Joseon. Pero lo que la hace única es cómo usa la fantasía para hablar del poder, la corrupción y las clases sociales.
Los zombis son solo el reflejo de una corte podrida por la ambición. Y entre tanto caos, brilla la figura del príncipe heredero, obligado a luchar no solo por sobrevivir, sino por salvar a su pueblo. Con un ritmo impecable y una ambientación espectacular, es una serie que se disfruta incluso si odias las historias sobrenaturales.
The Good Place: humor y filosofía en el más allá
¿Qué pasaría si morir fuera el inicio de la verdadera aventura? The Good Place responde con una mezcla genial de comedia, ética y fantasía existencial. La protagonista, Eleanor (Kristen Bell), despierta en una versión del cielo… aunque, claro, no todo es tan perfecto como parece.
Lo mejor de la serie es que usa el elemento fantástico solo como excusa para hablar de lo que realmente importa: ser una buena persona, cambiar, aprender. Su humor absurdo, su ritmo ligero y los giros inesperados la convierten en una experiencia perfecta para quienes prefieren reírse antes que creer en hadas.
Star Wars: The Clone Wars – más allá de los sables de luz
Sí, pertenece al universo Star Wars, pero The Clone Wars va mucho más allá de las batallas espaciales. Esta serie animada profundiza en las emociones, las dudas y los dilemas morales de sus personajes. Jedi, clones y políticos se enfrentan a conflictos que cualquier espectador puede entender: la lealtad, la amistad o el precio de la guerra.
Detrás de las naves y los sables láser, hay una historia profundamente humana que trasciende el género de la ciencia ficción y se adentra en la fantasía mitológica, justo como George Lucas quería. Si alguna vez pensaste que Star Wars era solo “películas de marcianos”, esta serie puede hacerte cambiar de idea.
Outlander: amor y magia a través del tiempo
Basada en las novelas de Diana Gabaldon, Outlander es una de esas series que enganchan incluso a los que nunca verían algo “mágico”. Su protagonista, Claire Randall, es una enfermera de los años 40 que viaja al siglo XVIII escocés tras tocar unas misteriosas piedras. Pero más allá del elemento fantástico, la serie es una historia de amor y supervivencia, con un contexto histórico riquísimo.

El viaje en el tiempo es solo el catalizador para una trama donde destacan el romance, la aventura y el choque cultural. Outlander demuestra que la fantasía puede servir para explorar emociones universales sin necesidad de dragones o conjuros.
Series de fantasía para no fans del género
En resumen, todas estas series tienen algo en común: ponen las emociones por encima de la magia. Ya sea el drama político de Westeros, los zombis de Corea o el humor filosófico del más allá, lo que atrapa al espectador son sus personajes, sus dilemas y sus historias humanas.
Así que si creías que la fantasía no era lo tuyo, tal vez sea hora de darle una oportunidad a estas producciones. Puede que descubras que la mejor magia de la televisión no está en los hechizos, sino en las emociones que despierta.



