El final de Fast & Furious podría cancelarse si Universal no recorta 50 millones del presupuesto

Fast X terminó con un cliffhanger brutal, pero el futuro de la saga más veloz del cine está en el aire

Han pasado dos años desde el estreno de Fast X, y los motores del final de la saga Fast & Furious siguen sin arrancar. Según informa The Wall Street Journal, Universal Pictures no planea rodar la película definitiva de la franquicia hasta que el equipo creativo reduzca el presupuesto en al menos 50 millones de dólares. El guion actual exigiría una inversión de unos 250 millones, una cifra que el estudio considera insostenible tras los resultados del último filme.

Un presupuesto demasiado alto para la saga

El problema viene de lejos: Fast X fue la entrega menos rentable en más de una década, recaudando 705 millones de dólares frente a un gasto de producción de 340 millones. En un contexto donde Hollywood revisa con lupa cada superproducción, incluso sagas tan populares como Marvel o DC están sufriendo para alcanzar los niveles de taquilla previos a la pandemia.

Los ejecutivos de Universal parecen decididos a reducir el riesgo financiero. Según el informe, el estudio ha advertido que no habrá secuela hasta lograr un recorte del 20 % del presupuesto. Por ahora, no hay fecha de estreno ni guion aprobado, y la mayoría del elenco principal no ha firmado su regreso.

Vin Diesel, sin embargo, no se rinde. El actor aseguró en junio de 2024 que la película, titulada provisionalmente Fast X: Part 2, llegaría en abril de 2027. “Tenía tres condiciones para volver: traer la saga de vuelta a Los Ángeles, regresar a la cultura del motor y reunir a Dom con Brian O’Conner”, confesó a Variety, haciendo referencia al personaje del fallecido Paul Walker.

Aun así, la situación es incierta. Aunque algunos miembros cercanos al proyecto esperan iniciar el rodaje la próxima primavera, la falta de acuerdos concretos deja el destino de la saga más icónica del cine de acción en punto muerto.

El fin de una era sobre ruedas

La saga Fast & Furious ha sido durante más de veinte años uno de los pilares del cine palomitero moderno, combinando acción desbordante, coches imposibles y una devoción por la “familia” que ya es marca registrada. Sin embargo, los tiempos han cambiado: la audiencia busca nuevas emociones, y mantener un nivel de producción tan elevado ya no garantiza el mismo retorno económico.

Universal lo sabe, y por eso planea expandir el universo con proyectos más modestos. Según el mismo informe, el estudio tiene sobre la mesa ideas para series de acción real y spin-offs centrados en personajes secundarios, una fórmula que podría mantener viva la franquicia sin los costes astronómicos de las entregas principales.

Vin Diesel quiere cerrar la historia de Dominic Toretto por todo lo alto

A lo largo de más de dos décadas, Vin Diesel ha convertido a Dominic Toretto en un icono de la cultura pop, un personaje que simboliza lealtad, fuerza y el valor de la familia. Desde su primera aparición en A todo gas (2001), Toretto pasó de ser un corredor ilegal en Los Ángeles a enfrentarse a ciberterroristas, espías y gobiernos enteros. Su evolución refleja la del propio cine de acción moderno, que ha pasado de las carreras clandestinas a las misiones imposibles con efectos digitales cada vez más desbordantes.

Sin embargo, muchos fans piden un regreso a los orígenes: menos acrobacias imposibles y más corazón, más gasolina y asfalto. Diesel comparte esa visión, buscando cerrar el círculo emocional de una saga que cambió la manera de entender las películas de acción y redefinió lo que significa ser “familia” en la gran pantalla.

El legado de Dominic Toretto

Vin Diesel lleva más de dos décadas interpretando a Dominic Toretto, un personaje que ha pasado de ser un ladrón callejero a un héroe de acción global. Su compromiso con la saga es innegable, y su insistencia en volver a los orígenes de las carreras callejeras podría ser justo lo que los fans desean. Si Universal logra cuadrar las cuentas, Fast X: Part 2 podría servir como cierre perfecto a una historia que comenzó en 2001, cuando todo se reducía a velocidad, gasolina y familia.