La esperada secuela de ciencia ficción que tardó 15 años en llegar, Tron: Ares, se convirtió en uno de los mayores tropiezos financieros recientes de Disney
Después de más de una década de espera, Tron: Ares no logró conquistar la taquilla. Según un informe de Deadline, Disney podría perder alrededor de 132.7 millones de dólares tras el bajo rendimiento de la película, cuyo presupuesto real ascendió a 220 millones, 40 millones más de lo estimado inicialmente.
El film debutó con solo 33.5 millones en su primer fin de semana y cayó drásticamente en su segundo, con 11.1 millones, proyectando una recaudación final cercana a los 160 millones, muy por debajo de los 410 millones que logró Tron: Legacy en 2010.
A pesar de los ingresos posteriores por streaming, televisión y otros medios —estimados en unos 214.8 millones— los 347.5 millones en costos totales, incluyendo marketing y residuos, dejaron al estudio con fuertes pérdidas.
La decepción de Ares podría poner fin a la saga de Tron, una franquicia que Disney intentó revivir sin éxito tras años de proyectos cancelados. Aunque el final de la película dejaba abierta la puerta a una nueva entrega, es probable que los fans no vean pronto otro viaje al mundo digital de Tron.
