El director presentó un clip exclusivo de Wicked: For Good y confirmó que los icónicos personajes se realizaron sin efectos digitales
En un evento que dejó a los fans de Oz con el corazón encogido, Jon M. Chu presentó durante el BFI London Film Festival un adelanto de Wicked: For Good, la esperada secuela del musical que arrasó en taquilla el año pasado. Pero lo que realmente sorprendió al público no fue solo la emotiva escena entre Elphaba y Glinda, sino una revelación técnica que pocos esperaban en una superproducción de este calibre: el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros fueron creados sin CGI.
Según explicó Chu, todo el maquillaje y las prótesis fueron hechos de forma práctica, sin recurrir a efectos digitales. “No hay ningún truco informático”, aseguró el cineasta. “Lo que veréis en pantalla es real, físico, con maquillaje y pelo. No había margen para el error, pero el resultado es extraordinario”.
Wicked: For Good — la emoción regresa a Oz
El clip proyectado durante la charla LFF for Free mostraba una reunión secreta entre Elphaba (Cynthia Erivo) y Glinda (Ariana Grande) en el día de la boda de esta última. En la escena, Glinda implora a su antigua amiga que haga las paces con el Mago, pero antes de que la conversación avance, Elphaba desaparece entre el caos mientras los monos voladores del Mago se acercan.
El momento, lleno de tensión y nostalgia, culmina con una interpretación íntima del tema For Good, una de las canciones más queridas del musical original. Chu confesó que durante el rodaje la escena lo conmovió profundamente, afirmando que “es la versión más hermosa y emocional que he escuchado en mi vida”.
Para el director, la fuerza de la canción no reside en su letra sino en la conexión entre las intérpretes. “Ese tema va sobre lo que transmiten con la mirada”, explicó. “Han sido muchas las versiones, pero la diferencia aquí es que el público ya conoce a estos personajes y siente su historia. Cuando Cynthia y Ariana la cantan, casi no están actuando, solo comunicándose. Llegó un momento en que tuve que decirle al equipo: ‘Dejad que ellas conduzcan la escena; nosotros solo estorbamos’”.
Chu reconoció que la secuencia original era mucho más grandilocuente, con movimientos de cámara épicos y efectos envolventes. Sin embargo, tras varios meses de montaje, decidió rehacerla por completo. “No terminaba de funcionar”, admitió. “La rehice como una escena íntima y contenida, centrada en la emoción y no en el espectáculo. Fue la mejor decisión posible”.
Con Wicked: For Good, Chu busca cerrar su díptico con una historia más madura y emocional, que conecte directamente con los temas de redención y amistad que definieron la primera entrega.
La magia práctica conquista al público
En una era dominada por el CGI, el compromiso de Chu con los efectos prácticos marca un regreso a las raíces del cine fantástico. El propio director ha destacado que el trabajo del equipo de maquillaje y peluquería fue titánico, ya que las transformaciones de Boq y Fiyero en el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros se lograron completamente con técnicas tradicionales.
Los fans ya especulan con que este enfoque podría darle al filme un toque más artesanal y emocional, recordando al espíritu visual del Mago de Oz original de 1939.
Rodada en los estudios Sky Studios Elstree del Reino Unido, la duología de Wicked representa una de las apuestas más ambiciosas de NBCUniversal. La primera parte, estrenada en 2024, superó los 750 millones de dólares en taquilla y obtuvo 10 nominaciones al Óscar, incluyendo la de Mejor Película.
El próximo proyecto de Jon M. Chu
Antes de despedirse del escenario, Jon M. Chu adelantó su próximo proyecto: una adaptación cinematográfica del clásico musical Joseph and the Amazing Technicolor Dreamcoat, de Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, para Amazon Studios. “Es mi obra favorita desde niño”, comentó. “Queremos darle un tono nuevo y hemos encontrado algo realmente divertido”.
Con todo lo mostrado y revelado, Wicked: For Good promete más corazón, más magia y menos artificio, consolidando a Chu como uno de los directores más sensibles del género musical contemporáneo.
La película llegará a los cines el 21 de noviembre, dispuesta a hechizar una vez más a los espectadores.


