Predator: Badlands se convierte en la pieza clave del universo Alien

Predator: Badlands será el salto temporal más grande de la saga prometiendo cambiarlo todo para los fans de ambas franquicias

La guerra entre cazadores y criaturas está a punto de alcanzar una nueva dimensión. Predator: Badlands, la nueva película dirigida por Dan Trachtenberg, promete redefinir no solo la historia de los Yautja, sino también su conexión con el universo de Alien. Y lo hace con una jugada arriesgada: llevar la acción más de trescientos años en el futuro, mucho más allá de cualquier entrega anterior.

Badlands en el futuro distante

El rodaje, que ScreenRant visitó en 2024, despeja por fin las dudas sobre la cronología de esta secuela. Aunque la saga siempre ha jugado con diferentes épocas —desde los bosques coloniales de Prey hasta los futuros tecnológicos de Alien: Romulus—, Badlands marca un antes y un después al situar la historia en una era en la que ya no quedan humanos biológicos en la tripulación principal.

En esta nueva entrega, conoceremos a Dek y Thia, dos figuras clave que habitan en un universo dominado por los sintéticos de Weyland-Yutani. Su misión los lleva al peligroso “Genna World”, un planeta inhóspito donde se enfrentarán al temible Kalisk, una amenaza que podría cambiar el equilibrio entre especies.

Esta ambientación futurista no solo amplía el alcance visual de la franquicia, sino que también profundiza en cómo la sociedad Yautja ha evolucionado con el paso de los siglos. Los depredadores ya no cazan solo por honor o deporte: ahora buscan algo mucho más trascendental.

El impacto en el universo Alien

El salto temporal beneficia especialmente a la saga Alien. Con entregas recientes como Alien: Earth y Alien: Romulus, el universo creado por Ridley Scott ha mostrado una interconexión cada vez más rica. Weyland-Yutani, esa corporación omnipresente que actúa casi como un personaje más, sigue expandiendo sus límites. En Badlands, su papel se vuelve aún más inquietante: los nuevos sintéticos no solo piensan y sienten, sino que también tienen conciencia emocional, una evolución que los acerca más a los humanos que a las máquinas.

El productor Ben Rosenblatt confirmó que estos sintéticos “sienten más que nunca”, lo que plantea dilemas éticos y existenciales dentro de la historia. En este contexto, Thia se convierte en el símbolo perfecto de una humanidad perdida pero renacida en el metal.

Un riesgo para los fans más clásicos

No todo son buenas noticias. Este salto en el tiempo significa que la nueva cinta romperá con muchos de los rostros conocidos. Olvidémonos de cameos de Arnold Schwarzenegger o conexiones directas con Prey. Esta decisión narrativa puede dividir a los fans más nostálgicos, aunque Trachtenberg ya demostró con Prey que sabe equilibrar respeto y reinvención.

Aun así, no todo está desconectado. Rosenblatt aclaró que la historia de Prey 2 sigue en marcha, pero que querían que Badlands explorara una faceta nueva y sorprendente del universo Yautja. Y eso incluye, posiblemente, la semilla de un nuevo cruce con Alien.

La conexión que podría cambiarlo todo

Aunque Badlands no será oficialmente una nueva Alien vs Predator, su narrativa deja entrever un giro final protagonizado por Thia que podría enlazar directamente con futuras producciones de Alien. El hecho de que Elle Fanning interprete a un sintético de Weyland-Yutani refuerza esa posibilidad, y los rumores sobre un regreso del concepto AVP están más vivos que nunca.

El propio Fede Álvarez, director de Alien: Romulus, ha declarado en varias ocasiones su deseo de retomar esa fusión de universos. Y con Badlands como nexo temporal perfecto —ambientada siglos después de Romulus—, todo apunta a que el terreno está preparado para un renacimiento del crossover más esperado por los fans.

El futuro de dos leyendas del terror espacial

Si algo deja claro esta nueva entrega es que la franquicia se atreve a mirar más lejos que nunca. Dan Trachtenberg parece decidido a construir una mitología más ambiciosa, que una el legado de Ridley Scott con la brutalidad cazadora de los Yautja.

El resultado podría ser un nuevo ciclo narrativo donde los conceptos de humanidad, tecnología y depredación se mezclen en una batalla por la supervivencia universal. En el espacio, nadie puede oírte gritar… pero quizá esta vez, los cazadores sí escuchen.