En Predator: Badlands, el cazador es ahora el héroe, y su aspecto no tiene nada de tradicional
En una franquicia donde lo brutal, lo salvaje y lo intimidante han sido siempre la norma, un “raro” se cuela entre los suyos para ofrecernos la versión más atrevida hasta ahora de los Yautja. Predator: Badlands, dirigida por Dan Trachtenberg (Predator: La presa), pone patas arriba todo lo que creíamos saber sobre estos cazadores alienígenas. Y lo hace con un protagonista completamente inesperado: Dek, un joven considerado débil y poco digno por su propia especie.
Este nuevo capítulo, que aterriza en cines el 7 de noviembre de 2025, no solo cambia de escenario y tono, sino que pone el foco en algo nunca visto: la perspectiva del propio Depredador. Y sí, el diseño de Dek rompe con todo.
Dek, el más débil entre depredadores
Olvídate del típico Yautja musculoso y amenazante. Dek, interpretado por Dimitrius Schuster-Koloamatangi, tiene una complexión mucho más delgada, incluso más humana, algo que a muchos fans podría parecerles chocante. Pero no es casualidad: en el lore de la película, Dek es considerado el “renacuajo” de su clan, el más pequeño y débil, lo que le convierte en una especie de paria entre los suyos.
Rechazado por su tribu y despreciado por su propio padre, el líder del clan, Dek se lanza a una misión suicida: viajar a Kalisk, un planeta hostil conocido como “el mundo de la muerte”, con la esperanza de encontrar al oponente definitivo que le permita recuperar su honor. Vamos, que esto va de redención, supervivencia y demostrar que no hace falta ser el más fuerte para ser el mejor cazador.
Predator: Badlands y su visión revolucionaria
Y no solo Dek rompe moldes. El propio concepto de Predator: Badlands es una reinvención total de la saga. Esta vez, seguimos la historia desde el punto de vista del cazador, no de las víctimas humanas. Además, el filme introduce un idioma completo para los Yautja, al estilo de lo que vimos con el élfico en El Señor de los Anillos o el dothraki en Juego de Tronos.
Trachtenberg ha contado que la película bebe de muchas fuentes del universo expandido de la franquicia, y que se ha inspirado en historias como Conan el Bárbaro, El libro de Eli o Mad Max 2. Todo eso apunta a que estamos ante una especie de viaje espiritual épico con tintes postapocalípticos, más cercano a un western que a una peli de ciencia ficción clásica.
Según el propio director:
“He mencionado a Conan, pero también pienso en cosas como El libro de Eli o Road Warrior. Dek es muy agresivo, pero le falta algo… Tiene que aprender a vencer con inteligencia, no solo con fuerza.”
Una descripción que suena mucho a héroe atormentado tipo Clint Eastwood, ¿verdad? Dek será un antihéroe, pero uno que estamos deseando conocer.
Un diseño que refleja su exilio
Una de las cosas que más ha llamado la atención del público desde que se reveló el diseño de Dek es que su armadura y máscara se ven muy distintas a las de otros Yautja. Su máscara, por ejemplo, es más plana y menos decorada. Y es que, al haber sido expulsado de su clan, Dek no ha ganado todavía los ornamentos o armamento que sí poseen los depredadores más veteranos.
Su aspecto más sencillo y tosco es un reflejo visual de su posición en la sociedad Yautja. Es un forastero entre su propia especie, un guerrero que no ha demostrado su valía… todavía.
Weyland-Yutani entra en escena
Pero no todo gira en torno a Dek. En Predator: Badlands también hará su aparición Weyland-Yutani, la corporación malvada que lleva décadas dando guerra en el universo Alien. Aunque no se ha revelado mucho sobre su papel, su sola presencia ya nos dice que habrá conexiones entre las dos franquicias. Y sí, eso nos emociona.
Este añadido abre la puerta a teorías, crossovers y quizás, en el futuro, el regreso del eterno conflicto entre Xenomorfos y Depredadores, pero con una nueva perspectiva.
¿El depredador más humano?
Predator: Badlands promete ser la película más ambiciosa de toda la saga, no solo por su protagonista atípico, sino por cómo reinterpreta todo el universo de los Yautja. Al centrarse en un “marginado”, un paria con ansias de redención, nos mete de lleno en una narrativa mucho más emocional, más cercana a una historia de héroe caído que a una peli de caza y sangre.
Este nuevo enfoque puede resultar divisivo, pero también es justo lo que necesitaba la franquicia para renovarse y seguir viva. ¿Quién hubiera dicho que un Depredador enclenque sería el que nos devolvería la fe en la saga?