Ragnarök. El destino de los dioses es una espectacular historia sobre el mito nórdico, urdida por Mariano Saura y publicada por cARTEm cómics
Ragnarök. El destino de los dioses ha sido publicado por cARTEm cómics dentro de su colección Spanish Bombs y, como esta indica, está creado por un autor español, Mariano Saura, además de ser una verdadera bomba por su magnífico relato de la mitología escandinava, un guion envolvente, con un dibujo detallado y cuidado, además de sugerir su propia banda sonora, como ya hiciera la editorial con otra obra dentro de esa colección: File Number.
¿Qué es el Ragnarök?
En los extras finales de Ragnarök. El destino de los dioses se explica con mayor detalle, pero a grandes rasgos es la explicación del fin del mundo y los dioses conforme a la visión de los pueblos escandinavos, de igual forma que los egipcios antiguos tenían el suyo, o los griegos antes de la implantación de la historia como un ciclo lineal entre los siglos VI-V a. C. con Heráclito de Éfeso y Anaximandro, quienes introducen la idea de un cosmos ordenado por leyes, pero culminado por Heródoto, quien introdujo la idea de una narración causal y secuencial de los hechos humanos: el pasado explica el presente.
La palabra procede del nórdico antiguo y suele traducirse como el destino o el crepúsculo de los dioses, que lejos de ser solo una catástrofe, representa un ciclo cósmico de destrucción y renovación, donde el universo muere para renacer purificado.
Según las Eddas, las principales fuentes literarias de la mitología nórdica, el Ragnarök es precedido por una serie de señales que anuncian el fin de los tiempos. Entre ellas se encuentran el Fimbulvetr, un invierno terrible que durará tres años sin verano, y una sucesión de guerras fratricidas, en las que la humanidad se corrompe y se destruye a sí misma, donde el orden social y moral se desmorona, los lazos familiares se rompen y los hombres luchan entre sí, simbolizando el colapso del cosmos.
Al iniciarse esta parte del ciclo, las fuerzas del caos se liberan, así Loki, el dios embaucador, rompe sus cadenas y se une a sus hijos: el lobo Fenrir y la serpiente Jörmungandr, para atacar a los dioses. Los gigantes del fuego, liderados por Surt, avanzan desde Muspelheim envueltos en llamas, mientras Naglfar, el barco hecho con las uñas de los muertos surca los mares llevando a las hordas enemigas hacia el campo de batalla final en Vigrid.
Sin embargo, el Ragnarök no es un final absoluto, ya que de las aguas emergen nuevas tierras fértiles y el sol es sustituido por su hija. Por otra parte, algunos dioses sobreviven, como Baldur, que regresa del reino de los muertos, y dos seres humanos, Líf y Lífthrasir, repueblan la Tierra. El mito culmina, así, con una renovación del orden cósmico, donde la vida y la armonía resurgen tras la destrucción.
Por lo tanto, este mito refleja una visión profundamente cíclica del tiempo y la existencia, en la que la muerte es una condición necesaria para el renacimiento y el valor ante el destino inevitable se convierte en la virtud suprema.
La trama
La historia de Ragnarök. El destino de los dioses comienza en un gélido invierno, con una partida de guerreros liderada por el caudillo Loktar, quien como adalid de la humanidad y los valores nórdicos, se erige como un guerrero que va a afrontar su destino de cara, vendiendo cara su piel para poder ser valeroso y honrado, además de valiente, con el fin de llegar al Valhala.
A partir de aquí, en un viaje entre la Tierra, Midgard, y los diferentes reinos; se verá como se inicia el proceso en el mundo unido por el Yggdrasil, el gran fresno cósmico que los conecta. Desde Asgard, el reino de los dioses aesir, como Odín, Thor y Frigg, estos se preparan para afrontar la gran batalla. En Helheim, el reino de los muertos que no caen en batalla, Loki visita a su hija, para concertar un pacto que los lleve a enfrentarse al Dios de todos.
Después se dirigirá a Svartalfheim, el reino de los elfos oscuros, para sumarlos a la batalla contra Odín, pero los enanos, quienes también habitan en ese reino, sabiendo lo que acaecerá y como maestros de la forja y la artesanía, comenzarán a fabricar los objetos para el combate, como ya hicieron con el martillo Mjölnir de Thor o el anillo Draupnir de Odín.
Desde aquí el destino de la humanidad y los dioses seguirá su curso…
Guion, dibujo y color
La obra de Mariano Saura -Ragnarök. El destino de los dioses- es un cómic que atrapa desde la primera página y no se suelta hasta el final. Su guion está magníficamente construido, con una estructura sólida y un desarrollo impecable que demuestra un profundo conocimiento del ritmo narrativo; donde la trama resulta apasionante, combinando con acierto la acción, el misterio y una extraordinaria documentación sobre la mitología nórdica, especialmente -aunque sea una obviedad- en lo relativo al Ragnarök.
Tanto los prolegómenos, como las escenas de acción, están cuidadosamente elaborados y resueltos con gran precisión. Nada se deja al azar, porque los momentos de calma preparan con inteligencia los estallidos épicos y el equilibrio entre la reflexión y el combate es ejemplar. El resultado es una obra entretenida, dinámica y, además, educativa, que acerca los antiguos mitos nórdicos al lector moderno con una frescura inusual.
En el apartado gráfico el nivel no decae. El dibujo es sobresaliente, con rasgos nítidos y expresivos que transmiten emociones con naturalidad. Las expresiones faciales de cada personaje están cuidadas al detalle, lo que añade profundidad a las escenas. Las viñetas varían constantemente de formato, aportando ritmo y dinamismo visual, mientras que las escenas de acción a doble página son auténticos despliegues de espectacularidad y energía.
El color, vibrante y perfectamente adaptado al trazo, realza la atmósfera de cada momento con tonos fríos para los paisajes helados o de los dioses oscuros y cálidos para las batallas encendidas. El autor demuestra un dominio absoluto del claroscuro y de los escorzos, logrando composiciones de gran fuerza visual.
El lector no podrá evitar devorar sus casi doscientas páginas, que se leen con una fluidez sorprendente gracias a la tensión bien dosificada y a unos personajes que respiran autenticidad. En definitiva, este cómic es una delicia de lectura, siendo absorbente, muy bien ilustrado y repleto de matices. A pesar de su extensión, se hace corto, porque el tiempo parece diluirse entre las páginas cuando una historia está tan bien contada y tan espléndidamente dibujada.
La edición
Ragnarök. El destino de los dioses ha sido publicado por cARTEm cómics dentro de su colección Spanish Bombs, en tapa dura, con unas medidas de 31×22 cm, a color y una extensión de 160 páginas, junto con numerosos extras y un prólogo a cargo de Pako Domínguez, quien repite en la labor que ya hizo en Santuario de buitres.
El eco de nuestro propio fin.
Ragnarök es el nombre que la mitología nórdica da al final de los tiempos. Una cadena de acontecimientos catastróficos: la muerte de Balder, el invierno eterno, la ruptura de los lazos que mantenían encerrados a los monstruos… hasta desembocar en la batalla final entre los dioses de Asgard y las fuerzas del caos.
Pero este cómic no es una simple adaptación de esa leyenda.
En manos de Mariano Saura, Ragnarök se convierte en una meditación visual sobre la caída, la transformación y la pérdida.
Odín ya no es un dios sabio, sino un anciano cegado por su orgullo.
Thor no es el héroe invencible, sino un guerrero agotado que arrastra su destino como una condena.
Loki ya no es solo el embaucador, sino una figura ambigua que revela los límites de todo orden establecido.
El apocalipsis nórdico se despliega en tres actos —ahora reunidos en esta edición integral, revisada y ampliada— como una gran elegía sobre el fin de una era.
El mundo de los dioses se derrumba.
Y con él, caen las certezas de quienes lo habitaban.
Una trilogía mítica que va más allá del mito
Odín, Thor, Loki, Fenrir, Hel, Surt, las Nornas, Jörmundgandr…
Los grandes símbolos del imaginario vikingo reaparecen desde una óptica adulta, melancólica y cargada de significado contemporáneo.
Este no es un relato épico al uso. Es un cómic que no narra la leyenda: la reinterpreta. Aquí, el Ragnarök no es un clímax heroico, sino una experiencia crepuscular. Un viaje íntimo a través del colapso, donde cada página invita a la contemplación.
Estilo visual introspectivo y atmosférico
Mariano Saura crea composiciones que priorizan la emoción sobre la acción, el ritmo interior sobre la espectacularidad.
Sus imágenes evocan el silencio antes del derrumbe, la fragilidad de lo que se creía eterno.
Un estilo que bebe del cómic europeo, pero que construye un lenguaje propio: simbólico, evocador, y profundamente emocional.
Para lectores de…
Sandman, de Neil Gaiman
Northlanders, de Brian Wood
Promethea, de Alan Moore
Monstruos, de Barry Windsor-Smith
…y para quienes buscan una lectura distinta: mitología reinterpretada, fantasía adulta, cómic filosófico, narrativa visual simbólica o un viaje artístico con alma.
Una obra que dialoga contigo
Ragnarök no se agota en su primera lectura. Es un libro para detenerse, volver atrás, descubrir detalles ocultos.
Cada capítulo añade nuevas capas de sentido. Cada símbolo abre una puerta a otra interpretación.
Es también una obra profundamente actual. Aunque anclada en los mitos nórdicos, sus preguntas resuenan hoy con fuerza ¿Qué queda cuando todo lo que creíamos sólido se desmorona? ¿Quiénes somos cuando ya no queda ningún dios a quien rezar?


