Los guionistas de Star Trek: The Last Starship explican por qué este “Kirk absoluto” es tan brillante como perturbador
El “Capitán Absoluto”
En palabras del propio Lanzing, este no es el Kirk que los fans recuerdan. Ni siquiera es, técnicamente, el mismo hombre. “Tiene los recuerdos del viejo Kirk en el cuerpo de un nuevo Kirk, que no es su cuerpo real ni su auténtico ser. Es, en parte, una recreación sintética y, en parte, un fantasma”, revela el guionista.
Este concepto —que él mismo denomina Absolute Kirk— coloca al icónico capitán en un terreno existencial inexplorado. ¿Qué significa ser uno mismo cuando tu cuerpo y tu mente no pertenecen del todo a ti? Lanzing lo compara con versiones alternativas como Absolute Batman o Ultimate Iron Man, héroes que redefinieron su identidad al margen de las reglas del canon. “Ahora, Kirk debe descubrir qué significa ser él mismo dentro de ese nuevo marco”.
Una galaxia en ruinas y una mente dividida
“Este Kirk recuerda su muerte en Veridian III, bajo un puente, una escena que nunca encajó con la grandeza de su leyenda”, explica Lanzing. Ese recuerdo se convierte en su maldición. “Es un hombre que debía morir en una silla de capitán, pero no lo hizo. Y eso le persigue”.
La serie ahonda en ese trauma: un héroe que duda de sí mismo, que siente que su final no fue digno de su historia, pero que aún tiene la oportunidad de redimirse. Y, como todo buen Kirk, no tardará en lanzarse a la acción, aunque ello implique enfrentarse a una flota de klingons.
El retorno del mito con un alma partida
Más que un simple regreso, este Kirk es una reinterpretación filosófica del mito del héroe inmortal. Su naturaleza —mitad hombre, mitad máquina, y un poco espectro— recuerda al dilema de Frankenstein o a los replicantes de Blade Runner. La pregunta no es solo si puede ser el mismo Kirk… sino si debería.
Un “hombre fuera de su era” con memoria del futuro
Lanzing también aclara una diferencia clave respecto a Star Trek: Generations, donde Kirk ya fue un “hombre fuera del tiempo”. En esta ocasión, él recuerda haber sido ese hombre. No es una víctima del salto temporal, sino alguien consciente de su propia resurrección. Esa lucidez lo convierte en un personaje aún más trágico… y fascinante.
“Su última experiencia fue morir de forma indigna”, comenta Lanzing. “Esa sensación debería atormentarle, hacerle dudar de sí mismo, algo totalmente inusual en Kirk. Pero eso es lo que le da profundidad antes de que vuelva a lanzarse al combate”.
El futuro de Star Trek se escribe desde el pasado
En esta nueva era, Star Trek parece dispuesto a hacerlo todo: reimaginar, revivir y reinventar su legado, incluso si eso significa que su capitán más legendario tenga que morir —otra vez— para encontrar su verdadera identidad.


