La actriz de Black Panther desvela cómo la industria intentó encasillarla tras su Oscar
Lupita Nyong’o no solo se llevó un Oscar por 12 años de esclavitud en 2014, también se ganó el respeto de la industria y del público. Pero lo que parecía el despegue hacia papeles protagónicos se convirtió en una serie de ofertas repetitivas y estereotipadas que evidencian lo poco que ha cambiado Hollywood en ciertos aspectos.
Durante una entrevista con CNN África, Nyong’o confesó que, tras ganar el premio de la Academia por su interpretación de Patsey, los guiones que le llegaban seguían atados al mismo tema: esclavitud. “Me decían: ‘Lupita, queremos que hagas otra película donde seas una esclava, pero esta vez en un barco de esclavos’”, relató. Un comentario que suena a broma de mal gusto, pero que resume con precisión la falta de imaginación (y empatía) de algunos productores.
El precio de romper moldes en la gran pantalla
El caso de Nyong’o no es único, pero sí especialmente sangrante. Ganar un Oscar por un papel tan potente debería abrir todas las puertas, pero lo que recibió fue una caja cerrada: “el personaje negro sufriente”. Ella misma reconoció que ese fue un momento delicado en su carrera: “Había muchas expectativas. Se escribían artículos preguntándose si esto era el inicio o el final de mi carrera. Pero yo no soy una teoría, soy una persona real”.
Frente a la tentación de aceptar papeles similares y cobrar el cheque fácil, Nyong’o optó por el camino difícil: decir que no. “Prefiero hacer un trabajo menos al año si eso significa no perpetuar estereotipos”, explicó. Una decisión que implica renunciar a ingresos y visibilidad, pero que le ha permitido construir una filmografía diversa y comprometida.
Su versatilidad se ha visto en cintas como Nosotros, Queen of Katwe, Star Wars o Little Monsters. Además, en el MCU ha dado vida a Nakia, el personaje que la conectó con millones de fans y con uno de sus grandes amigos: Chadwick Boseman.

El vacío que dejó T’Challa
Durante un evento del BFI London Film Festival, le mostraron una escena de Black Panther junto a Boseman, y no pudo evitar emocionarse. “El duelo es amor sin sitio donde ir”, dijo entre lágrimas. “Verlo vivo en ese clip es maravilloso. Y no sé si alguna vez dejaré de llorar su pérdida”.
La muerte de Boseman dejó un hueco irreemplazable en el MCU y en los corazones de quienes trabajaron con él. Nyong’o no lo esconde, y se nota que su vínculo con Black Panther va mucho más allá de lo profesional.
También recordó cómo el rodaje de la primera película fue una apuesta arriesgada, incluso dentro de Marvel. “Había mucho miedo en los ejecutivos. Estaban temblando un poco. Y nosotros también, porque sabíamos que solo teníamos una oportunidad para hacerlo bien”, recordó con una sonrisa.
Pero lo que vino después fue un fenómeno mundial: el primer blockbuster de superhéroes negros que arrasó en taquilla, crítica y cultura pop. “Demostró que eso de que ‘lo negro no vende’ es un mito. Lo destrozamos completamente”, sentenció.
¿El futuro de Nakia?
Aunque Black Panther: Wakanda Forever no repitió el mismo impacto que la original, sí fue un éxito notable. Y aunque aún no está claro si veremos a Nakia en los próximos Avengers, todo apunta a que Nyong’o regresará para Black Panther 3, dirigida de nuevo por Ryan Coogler.
Mientras tanto, la actriz sigue eligiendo sus proyectos con cuidado, priorizando aquellos que le permitan romper moldes y desafiar expectativas. En un sistema que todavía intenta encasillar a los actores racializados en ciertos tipos de historias, su postura es una forma de resistencia. Una que no grita, pero se hace escuchar.



