Maggie Gyllenhaal trae a Hollywood una versión radical, dolorosa y salvajemente humana del mito de Frankenstein que promete incendiar 2026
The Bride!
Antes de que sigas leyendo, conviene recordar el punto de partida. Un Frankenstein solitario, interpretado por un Christian Bale que ya parece haber nacido para sufrir de forma cinematográfica, viaja al Chicago de los años 30 para pedir un favor imposible: que la doctora Euphronious —Annette Bening, siempre brillante— le fabrique compañía. Fácil, ¿no? Solo un detallito: la compañera revive a partir de una mujer asesinada, y de ese renacer surge la Bride, interpretada por Buckley con toda la mezcla de vulnerabilidad y rabia que exige el papel.
A partir de ahí, todo estalla: asesinatos, posesiones, movimientos culturales demente, romance prohibido… un carnaval emocional que, según cuentan desde el rodaje, solo puede describirse como “radical”.
Una criatura que nunca pidió existir
La Bride no es un experimento fallido ni un accesorio narrativo, sino una fuerza que toma consciencia de sí misma a golpes, con dolor, placer, hambre y una honestidad incómoda. Gyllenhaal remarca que sus criaturas “hacen cosas horribles… y eso es solo el principio”. Vamos, que quien espere una heroína suave puede ir bajando expectativas.
Y lo interesante es que, aun siendo monstruos, son nuestros monstruos. Sufren, sienten y arden por dentro como cualquiera. Esa fricción entre horror y empatía es justo lo que promete hacer de The Bride! algo especial.
Un reparto que da miedo en el buen sentido
Si el tono ya es arriesgado, el reparto es otro nivel: Jessie Buckley, Christian Bale, Annette Bening, Penélope Cruz, Peter Sarsgaard y Jake Gyllenhaal. Un reparto de premios Oscar, nominaciones, trofeos y talento desbordado. Si esto sale mal, será un milagro.
Bale, especialmente, parece encantado de volver a un papel que mezcla tragedia física y dolor existencial, muy en su línea. Buckley, por su parte, ya ha demostrado en Men o Fargo que puede transitar entre lo vulnerable y lo grotesco sin despeinarse.
Chicago como escenario, la locura como combustible
Como dice la directora: “cuando alguien vuelve a la vida con un fuego que no esperabas… entonces, ¿qué?”. Pues lo que pasa es The Bride!.
Cuenta atrás para 2026
El 6 de marzo de 2026 saldremos de dudas. Pero todo apunta a que la verdadera monstruosidad no será la apariencia… sino lo que sienten por dentro.


