El primer Spider-Man de carne y hueso se despide: muere Danny Seagren, pionero en interpretar al trepamuros en TV

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Panini

El adiós a Danny Seagren, un icono inadvertido para muchos fans de Spider-Man, pero fundamental en la historia del héroe arácnido

Danny Seagren, Spider-man, Spidey Super Stories, The Electric Company

A veces la historia del frikiverso se construye en rincones que casi nadie mira… hasta que alguien falta. Eso acaba de ocurrir con Danny Seagren, el primer actor que se enfundó un traje real de Spider-Man en televisión. Un pionero sin focos, sin CGI, sin presupuestos millonarios, pero con una entrega que ayudó a definir la presencia del superhéroe en imagen real.

Un artista detrás de las máscaras

La noticia de su fallecimiento, a los 81 años, ha salido a la luz a través de The Hollywood Reporter, aunque ocurrió el pasado 10 de noviembre. No se ha hecho pública la causa de la muerte, pero sí las palabras de su familia en Dignity Memorial, donde le recordaron como alguien que, en sus últimos años, adoraba reencontrarse con los “niños” que crecieron viéndolo en convenciones y eventos. No es mal legado para alguien que, sin saberlo, puso la primera piedra del Spidey audiovisual.

Antes de convertirse en el trepamuros televisivo, Seagren ya se movía entre criaturas icónicas. Fue un puppeteer muy respetado, hasta el punto de sustituir a Caroll Spinney interpretando a Big Bird en algunos episodios de Sesame Street y en eventos especiales. También trabajó en Captain Kangaroo y Who’s Afraid of Opera?, llegando a ganar un Daytime Emmy por un especial de Miss Peach en 1980.

Sus compañeros de la industria, como el historietista Guy Gilchrist, han despedido al actor con cariño en redes sociales. No es para menos: Seagren formó parte de una época donde todo se hacía con cables, ingenio y cero pantallas verdes. Y eso marca carácter.

Cómo un Muppeteer acabó convertido en Spider-man

La anécdota de su audición es casi una escena de sitcom. En 1974, mientras trabajaba con Jim Henson en The Muppets, Seagren se enteró de que The Electric Company buscaba a alguien para interpretar a Spider-Man en sus sketches educativos. Tenía contactos en el Children’s Television Workshop, así que se coló en la prueba.

Andrew Ferguson, productor del programa, le dijo básicamente: “Ponte el traje y ahora vuelvo”. Seagren, lejos de quedarse de pie como un maniquí, decidió que era el momento de sacarle brillo a sus dotes acrobáticas. Se subió a un archivador, esperó a que Ferguson regresara… y saltó sobre su hombro, aterrizando en un escritorio.

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Según él mismo contó: “Tenía que dejarlo sin palabras”. Lo consiguió: le dieron el papel en el acto.

Cuando Spidey hablaba con bocadillos

Su versión del héroe era muda, expresándose con globos de texto al estilo cómic, algo muy propio de la estética educativa del show. Aun así, el éxito de los segmentos fue tal que Marvel lanzó la serie de cómics Spidey Super Stories, que se extendió de 1974 a 1982.

En una época donde los superhéroes en TV eran vistos casi como payasadas, Seagren mantuvo siempre una postura profesional. Según contó en una entrevista en 2017, jamás se sintió ridículo llevando el traje:

“Las situaciones eran tontas, pero yo intentaba elevarlas. Quería ser un superhéroe de verdad”.

Esa mentalidad, tan pre-Cavill, tan “haz lo mejor que puedas con lo que te den”, es justo lo que marcó su versión del personaje. Un Spider-Man ágil, físico, casi de teatro corporal, sin quips verbales pero cargado de energía.

El legado que muchos fans no saben que tienen

Quizá su etapa no tenga el glamour de las películas de Raimi, ni el músculo del MCU, ni los memes de Spider-Verse, pero fue el primer Spider-Man en carne y hueso. Antes que Nicholas Hammond, antes que Tobey Maguire, antes que todo lo que hoy asociamos con el héroe.

Y como pasa con tantos pioneros, su impacto ha sido silencioso pero enorme: abrió una puerta creativa que permitió imaginar al personaje en acción real. Su enfoque atento al movimiento, a la expresividad corporal y a la idea de que el superhéroe debía verse poderoso, está enraizado en lo que vino después.

La importancia de ser recordado

Seagren siguió yendo a convenciones durante años, encontrándose con adultos que un día fueron niños fascinados con ese Spidey silencioso que enseñaba vocabulario en PBS. Para él, ese cariño fue una de las grandes recompensas de su carrera. Para ellos, era reencontrarse con un pedacito de infancia.

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Su contribución puede ser pequeña a ojos del mainstream, pero gigantesca para la historia del personaje. Y en el fondo, ese es el motor del fandom: recordar a quienes pusieron los primeros ladrillos del mito.

Desde La Casa de EL, mandamos un abrazo enorme a su familia y amigos. Que descanse en paz el hombre que saltó desde un archivador para convertirse en leyenda.

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