El adiós a Danny Seagren, un icono inadvertido para muchos fans de Spider-Man, pero fundamental en la historia del héroe arácnido
Un artista detrás de las máscaras
Antes de convertirse en el trepamuros televisivo, Seagren ya se movía entre criaturas icónicas. Fue un puppeteer muy respetado, hasta el punto de sustituir a Caroll Spinney interpretando a Big Bird en algunos episodios de Sesame Street y en eventos especiales. También trabajó en Captain Kangaroo y Who’s Afraid of Opera?, llegando a ganar un Daytime Emmy por un especial de Miss Peach en 1980.
Sus compañeros de la industria, como el historietista Guy Gilchrist, han despedido al actor con cariño en redes sociales. No es para menos: Seagren formó parte de una época donde todo se hacía con cables, ingenio y cero pantallas verdes. Y eso marca carácter.
Cómo un Muppeteer acabó convertido en Spider-man
La anécdota de su audición es casi una escena de sitcom. En 1974, mientras trabajaba con Jim Henson en The Muppets, Seagren se enteró de que The Electric Company buscaba a alguien para interpretar a Spider-Man en sus sketches educativos. Tenía contactos en el Children’s Television Workshop, así que se coló en la prueba.
Según él mismo contó: “Tenía que dejarlo sin palabras”. Lo consiguió: le dieron el papel en el acto.
Cuando Spidey hablaba con bocadillos
Su versión del héroe era muda, expresándose con globos de texto al estilo cómic, algo muy propio de la estética educativa del show. Aun así, el éxito de los segmentos fue tal que Marvel lanzó la serie de cómics Spidey Super Stories, que se extendió de 1974 a 1982.
“Las situaciones eran tontas, pero yo intentaba elevarlas. Quería ser un superhéroe de verdad”.
Esa mentalidad, tan pre-Cavill, tan “haz lo mejor que puedas con lo que te den”, es justo lo que marcó su versión del personaje. Un Spider-Man ágil, físico, casi de teatro corporal, sin quips verbales pero cargado de energía.
El legado que muchos fans no saben que tienen
Quizá su etapa no tenga el glamour de las películas de Raimi, ni el músculo del MCU, ni los memes de Spider-Verse, pero fue el primer Spider-Man en carne y hueso. Antes que Nicholas Hammond, antes que Tobey Maguire, antes que todo lo que hoy asociamos con el héroe.
Y como pasa con tantos pioneros, su impacto ha sido silencioso pero enorme: abrió una puerta creativa que permitió imaginar al personaje en acción real. Su enfoque atento al movimiento, a la expresividad corporal y a la idea de que el superhéroe debía verse poderoso, está enraizado en lo que vino después.
La importancia de ser recordado
Su contribución puede ser pequeña a ojos del mainstream, pero gigantesca para la historia del personaje. Y en el fondo, ese es el motor del fandom: recordar a quienes pusieron los primeros ladrillos del mito.
Desde La Casa de EL, mandamos un abrazo enorme a su familia y amigos. Que descanse en paz el hombre que saltó desde un archivador para convertirse en leyenda.


