El chico que desapareció regresa para enfrentarse al mal de tú a tú… y quizá no todos sobrevivan para contarlo
Después de años de estar en segundo plano, Will Byers vuelve a ser el centro del tablero en la temporada 5 de Stranger Things, y lo hace con una revelación que cambia por completo el rumbo de la serie. El chico silencioso, tímido y siempre a la sombra de los demás, es ahora el foco de una transformación inesperada: tiene poderes. Pero no unos cualquiera… sino los que le conectan directamente con el mismísimo Vecna y el Mundo del Revés.
Will Byers y su conexión con el mal
Desde su desaparición en la primera temporada, Will nunca volvió del todo. Aunque fue rescatado físicamente, su vínculo con el Upside Down siguió latente. En esta temporada, ese lazo se intensifica y empieza a manifestarse de maneras cada vez más perturbadoras: visiones, dolores compartidos con los demogorgones, incluso la capacidad de ver a través de sus ojos… y los de Vecna. Vamos, que lo que antes era un “sentido arácnido del terror”, ahora es un canal abierto entre ambos mundos.
Robin lo define como una especie de antena psíquica, capaz de detectar los movimientos del villano. Pero esto no es solo una herramienta de localización: Will empieza a influir sobre el Mundo del Revés, sintiendo el dolor de sus criaturas y, más tarde, desatando poderes telequinéticos y telepáticos que le salvan la vida a Mike, Lucas y Robin. Sí, el niño que fue poseído ahora es una bomba de relojería emocional y sobrenatural.
Lo sobrenatural y lo personal se cruzan
Lo que hace que esta evolución sea aún más potente es que el viaje de Will no es solo mágico, también es profundamente emocional. Su conexión con el Upside Down es una metáfora directa de su lucha interna con su identidad. Desde que Mike soltó aquel “no es culpa mía que no te gusten las chicas”, los fans intuían lo que Will callaba. Esta temporada lo deja más claro que nunca: Will está enamorado de Mike, y lo sabe. Pero también entiende que ese amor no será correspondido.
Inspirado por el valor de Robin, que vive su orientación sin esconderse, Will empieza a aceptarse a sí mismo. Es esta aceptación la que le permite desatar todo su potencial y usarlo no como una maldición, sino como una fuerza salvadora. Pero claro, esto tiene pinta de que no acabará bien.
¿Héroe… o mártir?
Con tanto poder desatado y un vínculo tan estrecho con Vecna, la serie empieza a sembrar pistas de un final agridulce. Hay teorías que apuntan a que, como en Harry Potter, Will y Vecna podrían estar conectados a nivel de alma. Si eso es así, destruir a Vecna podría suponer el sacrificio de Will. Y, sinceramente, Stranger Things no ha dudado en romper corazones antes.
Si se cumple este destino trágico, Will se convertiría en el héroe que siempre quiso ser, dejando atrás el rol de víctima para salvar al mundo con total conciencia de sus actos. Su muerte sería devastadora, sí, pero también liberadora. Para Joyce y Jonathan, supondría dejar atrás años de sobreprotección. Para Mike, Dustin y Lucas, marcaría el final definitivo de la infancia.
Y para Will… sería su redención total. Pasaría de ser “el niño que desapareció” a ser el chico que lo salvó todo.
La tragedia que forja leyenda
Más allá de los poderes y las batallas, el viaje de Will en esta última temporada es el corazón emocional de Stranger Things. Su lucha interna, su amor no correspondido, y su deseo de encontrar su lugar entre sus amigos convierten su posible sacrificio en algo devastador pero poéticamente justo. Si su destino es caer, lo hará como el chico que lo dio todo por los que amaba, no como una simple víctima del destino.
Este desenlace podría convertir a Will en la figura más trágica y poderosa de toda la serie, sellando su legado con lágrimas… y gloria.
