El director de Prey, Dan Trachtenberg, prometió una variante de Predator más feroz y salvaje de lo que se había visto anteriormente, y lo cumplió con creces
Prey, la precuela de la saga Predator, ya se ha estrenado en Disney+. La recepción de la película ha sido muy favorable, tanto a críticos como aficionados les ha gustado la quinta entrega de la franquicia Predator.
La precuela de Predator presentó una variante inédita de la raza Yautja llamada Feral Predator. El director de la película, Dan Trachtenberg, le otorgó este apodo el cazador alienígena debido a su enfoque más feroz y salvaje que los anteriores Predator que se habían visto en la serie
El nombre “feral”, salvaje en inglés, es más que acertado, ya que el nuevo Predator muestra un comportamiento más animal que sus predecesores. Las versiones anteriores eran más Predators tácticos se apoyaban en el sigilo y la tecnología y recurrían al combate directo como último recurso. En la película vemos al Feral Predator disfrutar del combate directo, tal y como se puede ver en la escena del oso, donde lo confronta en un combate cuerpo a cuerpo. Esta escena demuestra que estamos ante una criatura increíblemente fuerte, que no le importa salir herido siempre que consiga su presa.
Que Prey haya mostrado un Predator sin apenas tecnología o armadura no es por casualidad, la película está ambientada 300 años antes de la película original Depredador, por lo que su tecnología no debía de ser tan avanzada. Además, hacer un Depredador menos tecnológico pero más salvaje era un buena manera de dar a la tribu comanche una posibilidad de poder derrotar al temible cazador alienígena.
Prey se centra en Naru (Amber Midthunder), una joven cazadora comanche que se enfrenta a una despiadada criatura alienígena. Con su pueblo amenazado, Naru se encarga de localizar y matar al Depredador.
