Gracias al Zinemaldia hemos podido disfrutar de la última obra de Hayao Miyazaki, El niño y la garza. ¿Está a la altura de su legado?
El Festival de cine de San Sebastián, popularmente conocido como Zinemaldia, es uno de los grandes festivales de cine del mundo. La edición de este año vino con una gran sorpresa, El niño y la garza, la última película de Hayao Miyazaki, inaugurará el festival. La expectación del regreso como director de uno de los cofundadores de Studio Ghibli ha sido altísima y ha sido un milagro que consiguieras entradas para poder disfrutar la obra. Apenas se abrió la venta de entradas y prácticamente ya estaban agotadas.
Miyazaki estrenó en Japón su último film sin ninguna campaña de marketing. No hubo trailers, ni imágenes ni nada, solo el título de la película y aun así ha sido todo un éxito. Tras su paso por el país nipón, los trailers e imágenes ya han sido publicadas, pero por suerte, he podido disfrutar de la película sin haber visto nada de ella, salvo un par de imágenes. Las obras del maestro Miyazaki siempre han causado furor, pues este hombre de 82 años siempre ha demostrado estar a la altura de su legado. Y os podemos asegurar, que esta nueva película no va a dejar indiferente a nadie. Por supuesto, esta reseña estará libre de spoilers sobre la trama.
Como dato curioso, la cinta está basada en la novela japonesa de 1937 How Do You Live?, de Genzaburo Yoshino.
La esencia del Studio Ghibli de Miyazaki intacta
Dicen que el vino mejora con el paso del tiempo, podemos decir que con Miyazaki ocurre parecido. El director de El niño y la garza nos vuelve a llevar a un mundo de fantasía donde veremos temáticas habituales del autor, pero también nuevas, así como mensajes que todos tendríamos que tener en cuenta.
Estamos ante una obra que habla sobre el duelo y la aceptación de la muerte, el cual no es el fin, sino un nuevo inicio, pero también nos muestra el mensaje de que no tenemos que convertirnos en personajes crueles y mentirosos. El legado y el amor también tiene su importancia. Por supuesto, también veremos temáticas usuales del director como la infancia y la segunda guerra mundial. Con todo esto estamos ante una historia un tanto oscura, pero que también tiene sus momentos luminosos y bellos. La cinta es una expresión pura de Miyazaki-Ghibli. La edad no le ha pasado factura a su mente, su imaginación e ideas.
No se dirá nada de la historia, pero os aseguro que es imposible que no os emocionéis durante toda la cinta. Un guion muy profundo que no trata de manera despectiva al espectador y que intenta explicar todo a base de diálogo, aquí estamos ante una historia madura donde las expresiones, los planos, el paisaje e incluso la musica (maravilloso el piano) cuentan una historia. El niño y la garza es una obra muy recomendable de revisionar para poder encontrar todos los detalles que esconde esta película.
Aun conteniendo muchísima simbología, no se hace pesada, es disfrutable tanto para personas jóvenes como para adultas. Al igual que otras obras del autor, la cinta parece atemporal y perfecta para que la puedan entender toda clase de generaciones de diferentes culturas. Aunque es importante avisar de que quizás no es para niños muy pequeños, la cinta tiene momentos un poco perturbadores que pueden hacer que los infantes se asusten. Algún padre ha tenido que abandonar la sala debido a que su hijo se había puesto a llorar con algunas escenas, avisados estáis.
En el mundo del anime de hoy en día parece que la historia no importa tanto como la animación, a veces se siente que el guion no es más que una excusa para sacar músculo técnico y deleitarnos con bellas estampas. En El niño y la garza no existe este problema, la historia es sólida y se sostiene por sí sola, pero si encima la animación también es espectacular, pues tienes una película de Hayao Miyazaki.
La magia de la animación
Parece que la animación clásica ya no está tan de moda. En el último año, hemos tenido grandes cintas de animación como Spiderman: Cruzando el multiverso, Tortugas Ninja: Caos mutante o The First Slam Dunk que han asombrado con su animación moderna. El niño y la garza demuestra que lo clásico nunca muere y que aún tiene cancha para asombrar al mundo. Si pestañeáis o apartáis la mirada de la pantalla, perderéis cientos de detalles. La cinta es una explosión de fantasía y el hecho de que inaugure el Festival de cine de San Sebastián muestra la admiración que se tiene a Miyazaki en la industria y el respeto que ha ganado el cine de animación.
Destacar únicamente la animación sería injusto y poco realista, pues lo verdaderamente asombroso son los diseños de los escenarios y de las diferentes criaturas que veremos durante las dos horas que dura la cinta. Cualquier bestia o criatura, por muy fea o bella que sea, es impresionante y tiene unos detalles asombrosos. Los escenarios, como es habitual en Miyazaki, demuestran un amor auténtico por la naturaleza. Desde la hierba de un jardín, pasando por un bosque hasta llegar al mar, todo derrocha magia y paz. En esta obra hay dos elementos que destacan sobre las demás, el fuego y el agua (muy relacionadas con la vida y la muerte), la animación de estos dos elementos es asombrosa.
En cualquier otra cinta, muchos detalles se pasarían por alto debido a que no se les da demasiada importancia, pero no en una película del Studio Ghibli. Algo tan absurdo como el barro que se levanta al pisar el suelo o la mermelada tras ser untada en un pan resulta hipnótico. Todo en esta obra derrocha un cariño tremendo por lo que se está haciendo.
¿El niño y la garza es una obra maestra?
Nadie puede salir indiferente de ver esta película, El niño y la garza es otra obra que añadir a la lista de mejores películas de Studio Ghibli. Miyazaki vuelve a demostrar que nadie como él para contar historias repletas de emociones humanas, enmarcando todo en un mundo bello y fantasioso donde la naturaleza siempre tiene un papel esencial. Muchos deberían aprender a que es posible emocionar al público tantas veces en un tiempo de dos horas.
No me atrevo a calificar El niño y la garza como una “obra maestra” ya que considero que son palabras que no se deben de usar a la ligera. Pero puedo asegurar que Hayao Miyazaki sigue en plena forma y que estamos ante una de sus mejores obras. Desde luego, es una película que sí o si hay que disfrutarla en el cine, porque cuando salgas de la sala, es difícil que te sientas igual que cuando llegaste.
El niño y la garza se estrenara en cines el 27 de octubre en España.