La serie de HBO lleva al límite moral a sus protagonistas, y la transformación de Ellie desata comparaciones inevitables con Joel
Algo se rompió en Ellie y ya no hay vuelta atrás. La segunda temporada de The Last of Us ha cerrado su capítulo final con una escena que ha dejado a muchos fans preguntándose si la joven protagonista ha cruzado esa línea que separa la venganza de la maldad. La violencia ya no es solo una respuesta emocional: se ha convertido en su motor. Y sí, la pregunta ahora es inevitable: ¿se ha convertido Ellie en una versión aún más oscura que la de Joel?
En el episodio final, Convergencia, vemos a Ellie (Bella Ramsey) tomar una de las decisiones más controvertidas de toda la serie: acaba con Owen y Mel, dos personajes cercanos a Abby… siendo Mel una mujer embarazada. Esa escena no solo nos revuelve el estómago, nos obliga a cuestionar quién es ahora Ellie. Ya no hablamos de una adolescente en busca de justicia. Hablamos de alguien que está dejando atrás su humanidad.
¿Ellie ha entrado en su era de villana?
Así lo ha descrito Halley Gross, co-guionista y productora ejecutiva, en el podcast oficial de la serie: “Esta es su era de villana”. Para Gross, lo que mueve a Ellie ya no es la razón, ni el dolor, ni siquiera la justicia. Es una obsesión alimentada por el rencor, un viaje sin freno en el que ha ignorado todas las señales —personales y universales— que le pedían parar.
La escena que ilustra esta caída es demoledora: Dina, embarazada y aún leal, le suplica que vuelvan a casa, que terminen con esta espiral de violencia. Pero Ellie ya no escucha. No atiende a razones. Ni siquiera a las de la persona que más ama.
Y ahí es donde comienza la verdadera traición.
Ocultar la verdad, el pecado que Ellie juró no cometer
Uno de los momentos más potentes de este episodio es cuando Ellie oculta a Dina la verdad sobre lo que ocurrió con Joel y los Luciérnagas. Ese secreto cambia las reglas del juego. Neil Druckmann, cocreador de la serie, lo explica así: “Ellie le ha robado a Dina su capacidad de elegir. Igual que Joel se la robó a ella.”
¿Lo reconoces? Exacto. Ellie ha hecho lo mismo que juró odiar de Joel: manipular la realidad en favor de su propio objetivo. Y al hacerlo, ha dejado de ser esa chica impulsiva pero noble que conocimos. Ha cruzado una línea que incluso Joel, en su momento, defendió desde el amor. Ellie lo hace desde el vacío.
Craig Mazin, showrunner, lo remata: “Ellie no es heroína ni villana. Pero su incapacidad para ver el mundo más allá de su perspectiva inmediata es su mayor problema.”
Jackson, comunidad y la guerra que no era suya
Uno de los personajes que más contraste ofrece es Jesse, quien representa la comunidad, el hogar y la cordura. Él lo ve claro: “Esta no es nuestra guerra. Lo nuestro es Jackson, nuestra gente, y el hijo que viene.” Ellie, por el contrario, ya no pertenece a ningún lugar. Ni a Jackson, ni a Dina, ni a sí misma.
El debate moral está servido, y muchos fans se están preguntando si Ellie ha terminado cayendo más bajo que Joel en la primera temporada. Al fin y al cabo, él actuó desde el amor. Ella, desde la sed de venganza.
Temporada 3 en camino, ¿hay redención posible para Ellie?
Con la tercera temporada ya confirmada, queda en el aire una gran pregunta: ¿hay posibilidad de redención para Ellie? ¿Podrá mirarse al espejo y reconocerse, o su viaje ha terminado por transformarla por completo?
Sabemos que The Last of Us nunca ha tratado sobre el bien o el mal absolutos, sino sobre las zonas grises que habitan en medio. Y Ellie, ahora más que nunca, es el reflejo más crudo de esa ambigüedad moral.
Así que sí, puede que Ellie no sea peor que Joel… pero desde luego, ya no es mejor.