Un arte perdido del creador de Evangelion para La tumba de las luciérnagas será exhibido por primera vez
A veces, el tiempo esconde tesoros. Y cuando hablamos de anime, pocas cosas emocionan tanto como el hallazgo de una pieza olvidada de Studio Ghibli. Esta vez, el protagonista no es ni Miyazaki ni Totoro, sino Hideaki Anno, el visionario detrás de Neon Genesis Evangelion, que en sus inicios colaboró con el maestro Isao Takahata. Su trabajo perdido para La tumba de las luciérnagas acaba de ser redescubierto… y no es cualquier cosa.
Se trata de un diseño original del crucero pesado Maya, una de las piezas que sirvieron para dotar de realismo bélico a la inolvidable película de 1988. Esta obra, desaparecida durante décadas, será expuesta por primera vez al público en el Takahata Isao Exhibition: El hombre que plantó la animación japonesa, que abrirá sus puertas el 27 de junio en Azabudai Hills Gallery, en Tokio.
Obras de arte de Hideaki Anno para la tumba de las luciérnagas
La exposición conmemora el 90º cumpleaños de Takahata y coincide con el 80º aniversario del fin de la Guerra del Pacífico, todo un contexto histórico que enmarca el mensaje pacifista del film. La pieza de Anno no llega sola: estará acompañada de un Harmony Cel, una versión pintada con técnica artística para lograr una apariencia aún más realista.
Pero eso no es todo. Quienes visiten la galería entre semana recibirán un estuche de papel exclusivo, decorado con diseños originales de la exposición. Hay cinco modelos distintos, uno para cada día laborable, y al abrirlos revelan una ilustración de Isao Takahata realizada por Hisashi Ishi, toda una delicadeza para los fans más fieles del estudio.
Cuando Ghibli y Evangelion se cruzaron
Antes de redefinir el género mecha con Evangelion, Hideaki Anno ya era un peso pesado de la animación japonesa. Su participación en Nausicaä del Valle del Viento, La tumba de las luciérnagas y varios cortos del Museo Ghibli en Tokio reflejan su estrecha relación con Hayao Miyazaki y el equipo de Ghibli. Incluso dio voz al protagonista de El viento se levanta (2013), otra joya del estudio.
La tumba de las luciérnagas fue dirigida por Takahata y basada en el relato de Akiyuki Nosaka. La historia de Seita y Setsuko, dos hermanos huérfanos tras los bombardeos estadounidenses, sigue siendo una de las más duras, bellas y devastadoras del cine animado. El realismo con el que fue animada no se improvisa, y piezas como la de Anno ayudaron a cimentar ese enfoque.
De ángeles a luciérnagas, el arte versátil de Anno
Hoy en día, hablar de Hideaki Anno es hablar de un autor que ha reinventado mitos japoneses una y otra vez. Tras conquistar medio planeta con Evangelion, Anno ha dado su toque personal a iconos como Godzilla, Ultraman y Kamen Rider, todos con su prefijo “Shin”, que en japonés puede significar tanto “nuevo” como “verdadero”.
Su última película, Shin Kamen Rider (2023), fue un éxito rotundo en taquilla, convirtiéndose en la más exitosa de la franquicia, con más de 16 millones de dólares recaudados. ¿Quién diría que el mismo tipo que dirige kaijus también animó barcos de guerra para Ghibli?
Una cita imperdible para los fans del anime
La muestra en Azabudai no solo es una celebración a la figura de Takahata, sino también una ventana a la historia oculta del anime japonés, a esas colaboraciones que muchas veces pasan desapercibidas. Ver una obra de Anno en este contexto es ver la historia del anime escrita a mano, trazo a trazo.
Así que si estás por Japón este verano, ya tienes una parada obligatoria. Y si no, al menos nos queda el consuelo de saber que el legado de estos creadores sigue vivo, renaciendo de entre los archivos y las vitrinas para emocionarnos una vez más.