Una larga filtración de Kung Fury 2 nos deja ver a Arnold Schwarzenegger y Michael Fassbender

Panini

Una promo interna de la secuela más esperada del cine retro se cuela en internet y no podemos dejar de mirarla

Kung Fury ha vuelto. O al menos, una brutal y delirante muestra de lo que podría haber sido (o quizá aún será) la secuela del corto más loco que nos regaló YouTube hace una década. Un metraje filtrado de 10 minutos nos lleva de nuevo a ese Miami lleno de dinosaurios, nazis, hackers ochenteros y presidentes armados hasta los dientes. ¿Suena como una locura? Pues espérate a ver a Schwarzenegger declarando la guerra a los nazis desde el Despacho Oval y a Fassbender luciendo mullet y soltando frases lapidarias.

El regreso del kung fu más absurdo

El vídeo, supuestamente un reel promocional interno, se ha filtrado estos días en redes y ha puesto patas arriba a los fans del cine serie B elevado al máximo exponente. La pieza —nunca destinada al público general— ha servido para demostrar que el proyecto no está muerto del todo, aunque siga en el infierno legal desde 2020, cuando una demanda por impago de 10 millones de dólares paralizó la producción.

kung fury

David Sandberg, director, guionista y protagonista del proyecto original, ha confirmado la autenticidad del vídeo y se ha mostrado decepcionado por la filtración, aunque no niega que podría suponer un nuevo empujón. “Era un vídeo promocional interno, jamás destinado a salir a la luz. Contiene spoilers y efectos visuales provisionales. Pero si al menos sirve para que la gente vea la pasión que pusimos, que se entienda que esta película merece ser vista como se concibió”, declaró a Variety.

Y razón no le falta. Porque lo que se ve en esos 10 minutos es una auténtica fiesta visual: explosiones, peleas imposibles, viajes en el tiempo, tecnología retrofuturista y todos los ingredientes que convirtieron al primer Kung Fury en una joya de culto.

Michael Fassbender interpreta a Colt Magnum, un agente del FBI con peinado de campeonato y actitud de héroe de videojuego de 1987. A su lado, Arnold Schwarzenegger encarna a un presidente de EE.UU. más cercano a Rambo que a cualquier político real, en una versión sin complejos que dispara ametralladoras mientras suelta frases como “I’m gonna kick Nazi ass”. Por si fuera poco, David Hasselhoff regresa como el Hoff 9000, una versión tuneada de KITT con más actitud que nunca.

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La película original, lanzada en 2015, era un homenaje hipervitaminado al cine de acción, las pelis de policías y artes marciales de los 80, todo pasado por el filtro de un fan con demasiado Red Bull y acceso a efectos digitales. Se convirtió en un fenómeno viral tras recaudar más de 600.000 dólares en Kickstarter, y su éxito fue tal que incluso Hasselhoff grabó un videoclip para la canción “True Survivor”, una oda al synthwave más puro.

Desde entonces, el hype por una secuela no ha hecho más que crecer. Sin embargo, el sueño se torció cuando los inversores chinos de Creasun Entertainment USA dejaron de aportar los fondos prometidos, llevando el proyecto a juicio y dejándolo en pausa durante cinco años.

¿Filtración accidental… o plan maestro?

Ahora bien, la pregunta que muchos se hacen es: ¿y si esta filtración no fuera tan accidental? No sería la primera vez que una jugada así acaba salvando una película. Recordemos el caso de Deadpool, cuya prueba de concepto filtrada en 2015 provocó tal revuelo que Fox no tuvo más remedio que darle luz verde al proyecto. ¿Está Sandberg buscando recrear esa magia?

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El propio Sandberg ha prometido que seguirá luchando para que Kung Fury: The Movie vea la luz. Y tras ver lo que contiene ese vídeo, sería un crimen cinéfilo que no lo consiguiera. Porque pocas veces se ve tanto amor por lo kitsch, tanto desmadre visual y tantas ganas de divertir como en estos 10 minutos.

Para los más despistados, Kung Fury no es una parodia al uso. Es más bien un homenaje exagerado y autoconsciente a una época donde las reglas del guion se podían ignorar si había suficientes explosiones y frases épicas. Su protagonista, un policía de Miami con poderes de kung fu, viajaba en el tiempo para derrotar a Hitler (a.k.a. Kung Führer), con ayuda de un dinosaurio policía, una hacker ochentera y hasta vikingas armadas con metralletas.

Lo que propone esta secuela va incluso más allá. Es un guiño constante a los fans de toda una generación, y un grito desesperado de amor por el cine de videoclub.

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