Abin Sur enciende la chispa del “Green Level of Light” y todo cambia para los Green Lantern
En Evergreen, un pueblo tranquilo hasta ayer, esa pregunta ya no es teoría. Hal Jordan, Jo Mullein y un puñado de vecinos acaban de entrar en el club más peligroso del cosmos: los Absolute Green Lanterns. Su benefactor, el misterioso Abin Sur, no les ha dado anillos, sino dones tan impredecibles como letales. Y la factura llega en forma de miedo.
Una estructura colosal con el emblema de los Lantern cayó sobre el restaurante donde Hal compartía hamburguesa con sus amigos. De las sombras emergió Abin Sur y, sin ceremonia, implantó en la mano de Hal el Black Hand, una energía viva empeñada en protegerle… a cualquier precio. El “regalo” se tragó el local entero en segundos. Desde entonces, Hal lucha por atar en corto un poder que no responde a la voluntad, sino a todo lo contrario: al pánico.
Green Level of Light
“Debes estar completamente libre de miedo”, susurra una voz que solo Jo puede oír cuando cae la noche. La detective, acostumbrada a enfrentarse al racismo policial y al crimen organizado, nunca pensó que el terror viniera del cielo. Abin Sur la situó en el Green Level of Light, un estado mental —o quizá espiritual— en el que la luz verde se rige por la valentía absoluta. Sin miedo no hay llama, le insiste esa voz. Y la llama es la clave para comandar su nuevo poder.
Él intenta explicarle que el Black Hand actúa como un perro guardián rabioso: detecta amenazas antes que él mismo y las desintegra. Ha probado a contenerlo con pura determinación, pero nada; aquí la fuerza de voluntad no sirve. «Lo he intentado con todas mis ganas, y no funciona. No obedece a la voluntad», admite con un temblor que delata su miedo.
Un universo reescrito por el miedo
Batman anda sin fortuna, Wonder Woman sin Amazonas y Flash sin legado; pero lo de los nuevos Lantern supera el desmadre habitual. Darkseid reescribió la realidad con su Energía Omega, torciendo cada rincón heroico. En ese tablero retorcido, Abin Sur parece querer enseñar la lección más extrema: solo quien domine el terror merece sostener la antorcha verde.
¿Por qué otorgar poderes que se alimentan de lo que más nos paraliza? Hal cree que Abin Sur está preparando a la Tierra para una amenaza mayor. Si los portadores aprenden a anular el miedo, sus dones se convertirán en armas perfectas contra cualquier enemigo cósmico. Pero mientras tanto, el riesgo es cotidiano y letal: un policía nervioso, un fanfarrón en un bar, un disparo mal calculado… Todo puede detonar el Black Hand.
¿Mentor o villano?
El propio Abin Sur tampoco es inmune a la luz verde. Cuando la policía de Evergreen le rodeó, les confesó: «Yo, como vosotros, existo en el Green Level of Light». No empuñaba linterna ni anillo; brillaba. Esa revelación sembró más dudas que certezas. ¿Es un guía dispuesto a forjar héroes? ¿O un temerario que juega con vidas ajenas para un experimento cósmico?
Los poderes no solo destruyen: también regeneran. Hal vio cómo el Black Hand sellaba balazos como si fueran rasguños. Si logran domar la llama, tal vez puedan curar tanto como pelean. Pero antes deben afrontarse a sí mismos. Porque el enemigo real no es Darkseid ni una horda alienígena, sino ese nudo en el estómago que te hace dudar cuando llega la hora de actuar.
Un mañana de linternas incierto
El reloj corre: mañana 7 de mayo llega Absolute Green Lantern #2, y con él quizá la respuesta a la pregunta que todos se hacen en Evergreen: ¿es posible vivir sin miedo? Jo está decidida a intentarlo; Hal, obligado por la culpa de los que cayeron en el restaurante, también. Y nosotros, simples lectores, asistimos a un reboot que subvierte la mitología clásica: aquí la luz verde no emana de la voluntad indefectible, sino de la valentía conquistada a pulso.
Si logran superar la prueba, podrían redimir un universo que nació torcido. Si fallan, la “llama” podría consumirlos y, de paso, a cualquiera que se cruce en su camino. Así que, cuando mañana abras el cómic, recuerda que no estás viendo a los Green Lantern de siempre; estás presenciando un experimento brutal sobre el poder del miedo y la frágil esperanza de superarlo.
