La despedida de Ethan Hunt apunta a ser la más explosiva, ambiciosa y taquillera de toda la saga
Después de casi tres décadas saltando desde aviones, escalando rascacielos y desafiando a la muerte con una sonrisa, Ethan Hunt, quien interpreta a Tom Cruise se despide del público con una película que está rompiendo todos los récords. Mission: Impossible – The Final Reckoning ha arrancado su andadura en los cines con un estreno demoledor, alcanzando 8,3 millones de dólares solo en las previews del jueves en EE.UU., superando con creces a sus predecesoras Dead Reckoning Part One (7 millones) y Fallout (6 millones).
Todo apunta a que esta octava y posiblemente última entrega dirigida por Christopher McQuarrie va camino de convertirse en el estreno más potente de la franquicia, con previsiones que superan los 70 millones durante el puente del Memorial Day, por encima de los 61,2 millones que marcó Fallout en su debut. Y eso, en un contexto donde su antecesora no terminó de conquistar al público en taquilla, podría significar la redención perfecta para Tom Cruise y su equipo del IMF.
Misión Imposible: Sentencia final
Con un presupuesto desorbitado que ronda los 400 millones de dólares (antes de contar el marketing), la película necesitaba una entrada fuerte, y vaya si lo está consiguiendo. Pero más allá del espectáculo visual, lo que está enganchando a los fans es el nivel de compromiso absoluto de Cruise, que una vez más ha llevado su cuerpo al límite en algunas de las cascadas más alucinantes de toda la saga.
Una de ellas, la más comentada por críticos y fans, es una secuencia submarina ambientada en el interior de un submarino llamado Sevastopol, descrita por muchos como una de las más tensas y visualmente impactantes que ha hecho McQuarrie. The Final Reckoning arranca dos meses después del final de Dead Reckoning Part One y nos lanza a una misión a contrarreloj para frenar a una inteligencia artificial rebelde conocida como The Entity. Y sí, todo suena muy actual y aterradoramente cercano.
Rotten Tomatoes ya ha otorgado un sólido 80% de puntuación, certificándola como Certified Fresh, lo que no es poca cosa para una saga que lleva más de 25 años manteniéndose en la cima del cine de acción.
Ross Bonaime, de Collider, la ha puntuado con un 8 sobre 10, destacando que esta entrega es “un homenaje perfecto a todo lo que ha sido esta saga”. Según él, todo el film construye una tensión constante que desemboca en una secuencia acuática que hay que ver para creer. Además, resalta que, incluso después de tantas películas, la escena del avión sigue siendo una de las mejores de la saga. Y eso es decir mucho, considerando que hablamos del hombre que se colgó de un A400M en pleno vuelo o escaló el Burj Khalifa sin dobles.
Una franquicia que ha cambiado las reglas del juego
Desde aquel primer Mission: Impossible de 1996 dirigido por Brian De Palma, la saga ha sabido reinventarse con cada entrega. Ya no solo se trata de gadgets y máscaras imposibles: la saga ha pasado de ser un thriller de espionaje clásico a convertirse en una referencia absoluta del cine de acción moderno. Y gran parte de ese mérito lo tiene Tom Cruise, que ha convertido a Ethan Hunt en un símbolo de esfuerzo, riesgo y adrenalina real.
Mientras otras franquicias recurren al CGI a la mínima, Mission: Impossible ha apostado por el realismo y la artesanía. Cada explosión, salto o persecución se siente visceral, porque sabes que, en algún lugar del rodaje, Cruise realmente estaba colgado de algo a miles de metros de altura.
El legado de Ethan Hunt
Si The Final Reckoning marca realmente el final, será una despedida por todo lo alto. Pero también deja la puerta entreabierta a nuevas posibilidades: spin-offs, nuevas generaciones de agentes o incluso una serie. Sin embargo, sustituir a Cruise será casi tan imposible como las misiones que ha enfrentado su personaje.
A nivel narrativo, esta película consolida la evolución de Ethan Hunt de simple espía a héroe trágico, obsesionado con proteger a los suyos, incluso a costa de su propia alma. El componente humano de esta entrega, según han destacado muchos críticos, es lo que la eleva más allá del blockbuster típico.
¿Merece la pena verla en cines? sin duda
Si eres fan del cine de acción, de las misiones imposibles, de la tensión bien dosificada y de los finales apoteósicos, esta es una experiencia que hay que vivir en pantalla grande. McQuarrie y Cruise han creado una carta de amor al género que mezcla nostalgia, innovación y pura locura técnica, en la que cada plano grita: “Esto no es digital. Esto es real”.
Aunque el futuro de la saga está en el aire, lo cierto es que Ethan Hunt se despide como empezó: corriendo, saltando y arriesgando todo por una misión. Y eso, en estos tiempos de superhéroes CGI y franquicias recicladas, sigue siendo un espectáculo digno de aplaudir de pie.


