No es la primera vez que Leia casi regresa a la pantalla en forma de cameo. En Rogue One, la princesa aparece brevemente con el rostro de Carrie Fisher recreado digitalmente sobre la actriz Ingvild Deila. Su única palabra fue tan icónica como efectiva: “Hope”. Un guiño directo a Una nueva esperanza, y uno de los momentos más recordados del film.
Esa palabra –distracción– lo dice todo. En una serie tan centrada en la evolución de Cassian Andor, en el espionaje y la rebelión desde las sombras, introducir a Leia sin un peso narrativo real podía romper el equilibrio tan cuidadosamente construido.
Con la segunda temporada ya disponible en Disney Plus y sabiendo que será la última, los fans pueden despedirse con la seguridad de que la historia ha seguido su curso sin depender del fanservice. Porque sí, ver a Leia habría sido emocionante… pero Andor ha demostrado que no necesita esos recursos para brillar con luz propia.
Y si algo queda claro de todo esto es que, aunque en el universo de Star Wars todo está conectado, no siempre hay que forzar esos lazos. A veces, menos es más, y en este caso, la ausencia de Leia ayudó a mantener la identidad única de la serie.