Trump amenaza con hundir a Marvel y DC con nuevos aranceles del 100% a películas extranjeras

Trump quiere blindar Hollywood con una medida que podría disparar el precio del cine y hundir la industria global

¿Te imaginas pagar el doble por una entrada de cine solo porque tu peli favorita se rodó fuera de EE.UU.? Pues agárrate, porque Donald Trump acaba de anunciar que quiere imponer un arancel del 100% a cualquier película producida fuera del país, y eso incluye a grandes producciones como Avengers: Doomsday, Supergirl: Woman of Tomorrow o Avatar: Fire and Ash. La bomba la soltó el propio Trump en su red social, Truth Social, y no ha tardado en poner patas arriba a toda la industria del cine. Lo que parece una medida para “proteger el cine americano”, en realidad podría suponer un golpe brutal para Marvel, DC, Star Wars y hasta para nuestras carteras como espectadores.

Trump declara la guerra al cine global

“La industria del cine en América se está muriendo a una velocidad vertiginosa“, decía Trump, acusando a otros países de ofrecer incentivos para robarles los rodajes. Añadió que esto no solo es una cuestión económica, sino incluso de “seguridad nacional”, asegurando que lo que se produce fuera lleva también “mensajes y propaganda”.

En su declaración oficial, dijo estar autorizando a los organismos comerciales de EE.UU. a iniciar de inmediato el proceso para aplicar ese arancel del 100% a cualquier película extranjera. Su lema no podía sonar más nostálgico (o populista): “¡Queremos películas hechas en América otra vez!“

Marvel, DC y hasta Star Wars ruedan fuera

Lo que Trump parece olvidar es que muchas superproducciones que se consideran “americanas” realmente se ruedan fuera. ¿Por qué? Porque países como Reino Unido, Canadá o Nueva Zelanda ofrecen descuentos fiscales muy jugosos. Así se abaratan costes y, en muchos casos, se lleva a parte del equipo estadounidense igualmente.

Por ejemplo:

• Avengers: Doomsday y Spider-Man: Brand New Day se están rodando en Reino Unido.
• Avatar: Fire and Ash se filmó en Nueva Zelanda.
• Star Wars: Starfighter y la nueva de Supergirl también apuntan a platós británicos.

Con el nuevo arancel, todas estas películas se encarecerían de golpe, y lo más probable es que esa subida acabe cayendo en el bolsillo del espectador.

Marvel y DC en apuros

Imagina el panorama: si Disney, Warner o cualquier productora tiene que pagar el doble por traer sus películas a EE.UU., los números simplemente no cuadran. Un productor anónimo lo resumía así en Deadline:

“Es una locura. ¿Ahora las compañías de EE.UU. solo pueden hacer películas dentro del país? James Cameron no podría rodar Avatar fuera. ¿Y quién paga esos aranceles? Si son los distribuidores, muchos se van a la quiebra.”

Más allá del impacto para los grandes estudios, los independientes lo tendrían todavía peor. Muchos de ellos ya sobreviven con márgenes mínimos, y esta medida podría barrerlos del mapa.

¿Y qué pasa con el público?

Pues que, como ocurre con la mayoría de aranceles, el golpe final lo recibe el consumidor. Las entradas de cine, las suscripciones a plataformas de streaming, e incluso los Blu-rays, podrían duplicar su precio. Si ya hay que pensarse dos veces ir al cine, con esta medida igual hasta los fans más fieles se lo piensan.

Además, Trump ya probó suerte con un arancel del 10% sobre todos los productos importados hace poco, lo que desató una inminente recesión. Tuvo que dar marcha atrás y congelar casi todo durante 90 días (menos lo de China). ¿De verdad cree que con el cine será distinto?

¿Qué hay detrás de este movimiento?

El anuncio también llega en un contexto de puro show político. Nada más asumir el cargo, Trump nombró a Sylvester Stallone, Mel Gibson y Jon Voight como “embajadores especiales de Hollywood”. Y en una entrevista reciente en C-SPAN, volvió a cargar contra los “gobiernos incompetentes” que han permitido que otros países “roben” la industria del cine americano.

Aun así, ni ha explicado cómo se aplicará el arancel ni quién lo gestionará. ¿Afecta solo a películas completamente rodadas fuera? ¿Qué pasa con coproducciones? ¿Se libran si el estudio es estadounidense?

¿A quién le conviene esta medida?

La realidad es que, aunque se presente como un intento de proteger el cine local, el resultado sería el contrario. Las películas ya se hacen menos en EE.UU. porque cuesta más. Si les prohíben irse fuera o les castigan por hacerlo, lo más probable es que dejen de hacerse, punto.

Eso significa menos estrenos, menos diversidad, más parones de rodaje y más empleos perdidos. Porque aunque los rodajes se hagan fuera, muchos puestos clave viajan con ellos: directores, guionistas, actores, técnicos…

Así que, si eres fan de Marvel, DC, Star Wars o cualquier franquicia de éxito, más vale que estés atento a los próximos movimientos de Trump, porque su cruzada contra las películas extranjeras puede cambiar para siempre lo que vemos en pantalla… y lo que pagamos por ello.