Dean DeBlois reimagina la historia con nuevas emociones y menos explicaciones innecesarias
Si te fuiste al cine esperando ver Cómo entrenar a tu dragón (2025) como un calco en carne y hueso del clásico de animación de 2010… prepárate para unas cuantas sorpresas. El propio Dean DeBlois, director de ambas versiones, ha explicado por qué varias escenas emblemáticas de la cinta original han sido directamente eliminadas en esta nueva versión live-action. Y no, no fue por falta de presupuesto ni por capricho del estudio.
Por qué el remake eliminó escenas de la versión animada
“La actuación lo decía todo.” Así de claro fue DeBlois al hablar con The Hollywood Reporter. En su opinión, ciertas escenas de la película original servían en gran medida para reforzar emociones o situaciones que, esta vez, quedaban mejor transmitidas gracias a las actuaciones reales de los actores.
Por ejemplo, la escena donde Hipo es atacado por los Terribles Terrores o aquella en la que Astrid está a punto de pillarlo en la herrería han sido eliminadas. ¿El motivo? DeBlois sintió que ya no era necesario “subrayar tanto las cosas”. La química y el lenguaje corporal entre los actores bastaban para dejarlo todo claro.
Pero que no cunda el pánico: la nueva película es más larga que la original. De hecho, tiene unos 27 minutos adicionales de metraje inédito, y muchos de esos nuevos momentos amplían precisamente las relaciones entre personajes.
Uno de los grandes añadidos, según reveló el director, es una escena extendida donde Hipo debe enfrentarse a un Pesadilla Monstruosa frente a todo el poblado, además de nuevos momentos entre Hipo y Astrid en un túnel secreto, así como conversaciones más profundas entre Hipo y su padre Estoico. También se ha reforzado el clímax con una escena en la arena donde Desdentao irrumpe en plena batalla para proteger a su jinete.
Uuna historia familiar… pero más intensa y emocional
Aunque en esencia sigue siendo la misma aventura de autodescubrimiento, dragones y amistades improbables, el remake apuesta más por la profundidad emocional y menos por la exposición narrativa. “Permitir que las relaciones entre los personajes se desarrollen más nos ayudó a intensificar tanto la acción como el drama”, comenta DeBlois.
Esto implica un ritmo más reposado en algunos tramos, pero también una mayor recompensa emocional. Los nuevos momentos no solo aportan espectáculo, sino que también nos muestran facetas más humanas y realistas de los protagonistas, algo que la animación, por muy expresiva que fuera, no siempre podía transmitir.
Por ejemplo, la dinámica entre Hipo y Astrid ha ganado nuevos matices. Ya no se trata solo del chico raro que quiere ganarse su respeto; ahora hay una complicidad más tangible, más orgánica. Y eso sin perder el humor o la magia de la historia original.
Una nueva mirada que no traiciona al original
Algunos fans pueden lamentar la pérdida de momentos entrañables del film animado, pero esta decisión responde a una lógica narrativa y emocional clara: con actores reales, no hace falta explicar tanto. En otras palabras, si una mirada o un gesto puede transmitir lo mismo que una escena completa, ¿para qué repetir?
Eso sí, los dragones siguen siendo los protagonistas absolutos, y Desdentao vuelve a brillar en todo su esplendor. Gracias a la tecnología actual, su diseño y expresividad han alcanzado un nivel de realismo que, según algunos críticos, “roza lo adorablemente inquietante”.
Y aunque no todo es idéntico, la esencia de la historia sigue ahí: un joven que desafía las reglas de su mundo para forjar un vínculo único con una criatura temida. Una fábula sobre la empatía, el valor y la diferencia, que en esta nueva versión consigue emocionar sin necesidad de repetir cada paso del camino anterior.
¿Y tú? ¿Prefieres la versión animada o esta nueva propuesta con actores de carne y hueso? Si ya la has visto, cuéntanos qué escena nueva te ha llegado más… ¡y si echaste de menos alguna de la original!
