Lilo & Stitch arrasa en taquilla mientras Blancanieves se hunde con una pérdida millonaria

Disney celebra el éxito arrollador de Lilo & Stitch y sufre uno de sus mayores batacazos… todo en el mismo mes

A veces la magia funciona… y otras veces, ni con el beso de un príncipe se salva el desastre. Mientras Lilo & Stitch conquista la taquilla mundial con más de 637 millones de dólares recaudados, el remake en acción real de Blancanieves ha terminado su andadura en cines dejando tras de sí un oscuro capítulo financiero para Disney: más de 115 millones de dólares en pérdidas, y eso siendo optimistas.

Desastre en taquilla para Blancanieves

Protagonizada por Rachel Zegler como la princesa del cuento y Gal Gadot como la Reina Malvada, Blancanieves no ha podido con la presión desde antes incluso de su estreno. Entre polémicas de casting, declaraciones virales poco afortunadas y una reinvención poco querida de los siete enanitos (reemplazados por creaciones CGI), la película empezó con el pie torcido… y terminó cayendo por el barranco.

La cinta se estrenó el 21 de marzo con un arranque decepcionante en EE. UU.: 42,2 millones de dólares en su primer fin de semana. Y aunque el presupuesto de producción ya era una locura —269,4 millones de dólares sin contar marketing—, el golpe fue mayor aún al saber que la inversión total (incluyendo promoción global y gastos extra) rondaba los 410 millones.

Al cierre de su paso por los cines, Blancanieves apenas logró alcanzar 205,5 millones de dólares en todo el mundo. O lo que es lo mismo: menos de la mitad de lo que costó. Según los cálculos de Deadline, el agujero económico mínimo sería de 115 millones, aunque con ese resultado final, la pérdida podría haber sido incluso mayor.

El rechazo general del público fue un factor clave. Zegler llegó a calificar la película original de 1937 como “anticuada” y restó importancia a la historia de amor, algo que muchos fans interpretaron como una falta de respeto hacia el clásico. Además, la representación de los enanitos, reemplazados por una mezcla genérica de personajes digitales sin conexión con los originales, tampoco ayudó.

Un éxito que nadie podía prever

Frente al batacazo de Blancanieves, Disney ha encontrado un salvavidas en otra adaptación live-action que, a priori, generaba menos ruido: Lilo & Stitch. Estrenada el 23 de mayo, la película ha superado todas las expectativas con 637 millones recaudados globalmente y un coste de producción bastante más sensato: 100 millones de dólares.

El filme ha conectado con el público gracias a su nostalgia bien dosificada, una historia de familia emocionalmente potente y un Stitch CGI que ha sido alabado por su expresividad sin caer en lo caricaturesco. Con su tercera semana consecutiva liderando la taquilla, se perfila como una de las películas más taquilleras del año.

Además, el tono del remake ha sido más fiel a la película original de 2002, respetando sus raíces hawaianas y evitando polémicas innecesarias, lo que ha contribuido a su buena acogida tanto por parte de fans veteranos como de nuevas generaciones.

La estrategia Disney bajo el espejo

El contraste entre Blancanieves y Lilo & Stitch deja en evidencia un dilema interno en la estrategia de Disney: ¿apostar por revisiones modernas que arriesgan demasiado o por adaptaciones más fieles que juegan sobre seguro? Lo cierto es que el público no parece perdonar los cambios drásticos que alteran la esencia de sus películas más queridas.

Disney ha experimentado en los últimos años con todo tipo de enfoques en sus remakes: desde el realismo visual de El Rey León hasta los giros feministas de La Sirenita. Pero Blancanieves parece haberse pasado de rosca, perdiendo el alma del cuento original sin ofrecer una visión alternativa que enamore.

Por ahora, los fans que aún quieran ver esta versión podrán hacerlo desde casa: se estrena en Disney+ el 10 de junio, probablemente con la esperanza de recuperar algo de terreno vía streaming.