El actor de Strange New Worlds explica por qué su versión de Spock rompe moldes… y te hará reír
A veces, para reinventar un mito, hace falta torcerle un poco las orejas a la tradición. Eso es justo lo que ha hecho Ethan Peck con su Spock en Star Trek: Strange New Worlds. No lo ha clonado, no lo ha congelado en lógica pura, y desde luego no ha intentado replicar lo que Leonard Nimoy dejó impreso en el ADN friki. Peck ha optado por una vía más arriesgada: darle al personaje una chispa de humor, torpeza y emoción contenida.
Durante la presentación de la tercera temporada en el Tribeca Film Festival, el actor se sinceró sobre este giro inesperado. Y la clave está en que su Spock es… ¿gracioso?
“Creo que han aportado un toque cómico al Spock que interpreto en Strange New Worlds. Han visto que tengo cierta aptitud para meterlo en situaciones incómodas”, explicaba Peck entre risas.
Ethan Peck Spock Star Trek
Ethan Peck no es un imitador, sino un intérprete con una visión propia. Y eso se nota en cada escena en la que su Spock no sabe bien si seguir los dictados de su lógica vulcana… o dejar que su mitad humana le descontrole un poquito.
En lugar del humor irónico y afilado que manejaba Nimoy en The Original Series, aquí nos topamos con un Spock que provoca carcajadas sin querer, por su forma de reaccionar ante lo desconocido o lo emocional. No es que quiera ser gracioso. Es que su incomodidad nos resulta entrañable y muy humana.
Akiva Goldsman, cocreador de la serie, también lo dejó claro:
“Los que empezamos con TOS asociamos a Spock con su etapa más lógica. Pero si ves toda su evolución, desde las películas hasta The Next Generation, su vida ha sido una lucha constante con su identidad”.
Y ahí es donde Strange New Worlds se mete hasta la cocina: en mostrar a un Spock en plena metamorfosis emocional, todavía lejos del equilibrio zen que alcanzará años después. Un personaje en tránsito, en conflicto, más rico y complejo que nunca.
El arte de humanizar a un vulcano
El Spock de Ethan Peck es una anomalía deliciosa en el universo de Star Trek. En cada temporada hemos visto cómo esa lucha interna entre razón y sentimiento gana capas, matices y, ahora también, comedia. No es un chiste andante, claro. Pero sí es un Spock que, al equivocarse, nos deja ver algo que antes solo intuíamos: su humanidad.
Este enfoque es un regalo para los espectadores veteranos y una puerta de entrada para nuevas generaciones de fans. Porque, ¿quién no se ha sentido alguna vez como un alienígena atrapado entre lo que debería hacer y lo que realmente siente?
Con esta tercera temporada, que se estrena el 17 de julio en Paramount+, el personaje se sumerge aún más en esa dicotomía. Según los primeros afortunados que ya han visto el arranque, Spock afronta decisiones que sacuden los cimientos tanto de su reino como de su corazón. Y Ethan Peck responde al reto con una interpretación que muchos ya califican de sobresaliente.
El legado no se copia, se reinventa
Cuando alguien recoge un personaje tan icónico como Spock, la sombra del pasado puede aplastarlo. Pero Peck ha hecho lo contrario: ha tomado lo que ya existía y le ha inyectado juventud, humor y contradicción. Su Spock es menos perfecto, más vulnerable… y, por eso mismo, más real.
Y no nos olvidemos de que esta etapa no es la definitiva. La serie terminará con la temporada 5, así que aún hay margen para que este Spock evolucione hacia el que todos conocemos. Pero si algo ha quedado claro es que el camino importa tanto como el destino. Y este camino está lleno de momentos emocionantes, incómodos… y sí, también desternillantes.
Para quienes aún dudan si engancharse a Strange New Worlds, aquí va un consejo: hazlo por Spock. Porque lo que está construyendo Ethan Peck no es solo un homenaje, es una versión viva, fresca y profundamente respetuosa de uno de los personajes más queridos de la ciencia ficción.


