Vuelven Los Goonies, los fans están ilusionados y con miedo ante la secuela

Panini

Josh Brolin quiere una secuela, pero teme que arruine la magia de la original

¿Recuerdas ese grupo de chavales que se lanzaban a la aventura en busca de un tesoro pirata, enfrentándose a mafiosos y a sus propios miedos? Claro que sí: Los Goonies. Esa peli ochentera que, para muchos, fue la puerta de entrada a las grandes historias de amistad, valentía y diversión sin filtros. Pues prepárate, porque el barco de One-Eyed Willy podría zarpar de nuevo… o encallar antes de salir del puerto.

Josh Brolin, que debutó en esa cinta como el hermano mayor Brand, ha roto el silencio sobre la posible secuela y, aunque reconoce que le encantaría revivir el espíritu de Los Goonies, también ha confesado una palabra clave: “temor”.

La secuela de Los Goonies, nostalgia, riesgos y expectativas

En una entrevista reciente con Entertainment Weekly, Brolin expresó sentimientos encontrados:
“Espero que suceda, porque la experiencia fue genial. La película ha sido bien recibida generación tras generación. Es todo lo bueno que se puede pedir”, afirmaba con cariño. Sin embargo, enseguida añadía una dosis de realismo:
“Lo que me da miedo es que se lance algo nuevo que lo estropee. No quiero manchar ese recuerdo que tengo.”

Y es que ahí está el dilema que muchos fans comparten: ¿vale la pena hacer una secuela de algo que ya rozó la perfección en su momento? Las continuaciones tardías pueden convertirse en homenajes sinceros… o en errores garrafales que dejan mal sabor de boca (ejem, Matrix Resurrections).

“Los Goonies crecieron… y se cayeron por un acantilado”, bromeó Brolin, imaginando cómo sería un reencuentro entre los personajes originales, ya todos adultos y seguramente oxidados. Pero, más allá del humor, también dejó claro que si la secuela llega a hacerse, tendrá que contar con el beneplácito de Steven Spielberg, el creador de la historia original.
“Si Spielberg lo aprueba, sabes que va a ser bueno”, remató.

No es para menos. Spielberg, junto a Chris Columbus en el guion y Richard Donner en la dirección, firmaron una de las joyas del cine familiar de los 80. Los Goonies no solo conquistó al público con su aventura, sino también con su reparto coral: Sean Astin, Ke Huy Quan, Corey Feldman, Jeff Cohen y el propio Brolin formaron un equipo entrañable que aún hoy arrastra legiones de fans.

Los Goonies

El peso del legado y la presión del presente

Estrenada en 1985 con un presupuesto de 19 millones de dólares y una recaudación de 68 millones, la película fue un éxito de taquilla inmediato. Pero su verdadera gloria llegó después, con el tiempo. Gracias al boca a boca, los VHS, videojuegos y merchandising, Los Goonies se coló en la categoría de clásico de culto, aunque con un aura que lo supera. Es más que nostalgia: es identidad generacional.

Por eso no sorprende que incluso Sean Astin haya dicho hace poco que no esperaría que una secuela incluyera al reparto original, dejando entrever que una nueva entrega podría ser más bien un reinicio con sangre nueva. Y eso, amigos, divide a los fans.

¿Una nueva aventura con nuevos Goonies que conecte con las generaciones actuales? ¿O un regreso de los veteranos, al estilo Stranger Things se encuentra con El reencuentro de Friends? En ambos casos, el riesgo de decepcionar es real. Muy real.

Josh Broli, Los Goonies, Noticias Cine, secuelas

¿Qué tendría que tener una secuela para triunfar?

Para que Los Goonies 2 funcione —y no sea un desastre— debería cumplir tres requisitos:

  1. Respeto absoluto al original, pero sin copiarlo plano por plano.
  2. Una historia que aporte algo nuevo, sin caer en clichés ni en fan service forzado.
  3. Un equipo creativo comprometido, que entienda la esencia y la evolución natural de sus personajes.

Y sobre todo, necesita algo que escasea en Hollywood últimamente: valentía para decir no si no es el momento.

¿Sí o no a los goonies 2?

La emoción está ahí. Los fans quieren volver a sentir lo que sintieron la primera vez que vieron a Data usar uno de sus inventos o a Sloth gritar “¡Chocolaaaate!”. Pero también hay un consenso silencioso: no queremos ver una sombra triste de lo que fue una luz brillante.

¿Y tú qué opinas? ¿Te subirías de nuevo al barco del tesoro… o prefieres dejarlo anclado en tu memoria?

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