Tarantino y Star Trek, el proyecto más loco que nunca veremos… ¿o sí?

Panini

Simon Pegg desvela cómo habría sido la visión del director más gamberro de Hollywood para la saga espacial

Cuando Quentin Tarantino se fijó en Star Trek, el fandom tembló. No era una broma: el director de Pulp Fiction se presentó en 2017 ante J.J. Abrams y Paramount con una propuesta clasificada R que, según Simon Pegg, era “una auténtica locura de las que no se olvidan”. Aunque el actor que interpreta a Scotty en la trilogía reboot nunca llegó a leer el guion, Abrams y la productora Lindsey Weber le hicieron un resumen que lo dejó con la boca abierta.

Según Pegg, “era todo lo que esperarías de un guion de Star Trek firmado por Tarantino”. Y eso implica diálogos afilados, violencia estilizada y una narrativa que probablemente habría roto todos los esquemas de la saga.

Quentin Tarantino Star Trek

En su momento, la maquinaria se puso en marcha: Mark L. Smith (El renacido) fue fichado para escribir el guion, Abrams y Tarantino producirían, e incluso se llegó a valorar que el propio Tarantino lo dirigiera. Pero en 2020, el cineasta se bajó del barco. Desde entonces, el proyecto ha quedado en el limbo, y a día de hoy no hay planes para retomarlo.

Aun así, Pegg no esconde su curiosidad: “Habría sido un experimento fascinante ver Star Trek a través de su lente. No sé cómo lo habrían recibido los fans, pero seguro que no habría dejado indiferente a nadie”.

Un futuro incierto para la saga Kelvin

Mientras este “Star Trek tarantiniano” se desvanece en el espacio profundo, Pegg mira al presente. La reciente fusión de Paramount y Skydance le da esperanzas de que el cuarto filme del universo Kelvin finalmente despegue. El nuevo jefe, David Ellison, ha sido un gran defensor de esta línea temporal, y eso podría ser la chispa que reavive el motor warp.

¿Cómo encajaría Tarantino en el universo Star Trek?

La idea de ver a Tarantino al timón de Star Trek es tan extraña como tentadora. Su estilo visual, cargado de violencia coreografiada, diálogos irreverentes y guiños cinéfilos, choca frontalmente con el espíritu tradicionalmente optimista y moralista de la franquicia. Sin embargo, este contraste podría haber generado algo único.

Star Trek

No sería la primera vez que Star Trek se atreve a cambiar de rumbo. Películas como Star Trek: Primer contacto introdujeron un tono más oscuro y bélico, mientras que Star Trek IV: Misión: salvar la Tierra optó por el humor descarado y una trama ecológica. Pero lo de Tarantino habría ido mucho más allá: probablemente una historia con saltos temporales, estética retro y un uso del lenguaje jamás visto en la saga.

Es fácil imaginar un puente del Enterprise iluminado como un bar de carretera, personajes resolviendo conflictos con discusiones tensas más propias de Reservoir Dogs que de la Federación, y referencias a la cultura pop terrestre insertadas con total descaro. Eso, para bien o para mal, habría dividido a la audiencia: para unos sería una blasfemia; para otros, una bocanada de aire fresco.

Star Trek

Lecciones de otros experimentos arriesgados

El caso Tarantino recuerda a lo que sucedió con Star Trek: Discovery o Star Trek: Picard, que apostaron por un tono más dramático y serializado, rompiendo con el formato episódico clásico. En el cine, la saga también ha jugado con el cambio de manos creativas: desde Nicholas Meyer aportando intriga política en La ira de Khan, hasta J.J. Abrams imprimiendo velocidad y acción en el reinicio de 2009.

Sin embargo, ningún director con el pedigrí y la personalidad de Tarantino ha estado tan cerca de moldear este universo. Por eso, su ausencia deja una incógnita imposible de responder: ¿habría sido el gran impulso que la franquicia necesitaba para seducir a nuevas generaciones, o un giro demasiado radical para su base de fans?

Por ahora, la idea queda archivada, pero Hollywood tiene memoria corta. Si la saga Kelvin regresa y logra éxito, no sería impensable que Paramount revisite viejos conceptos. Y quién sabe… tal vez, en algún rincón de la galaxia, un Tarantino ya retirado decida desempolvar su warp más salvaje.

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