El director asegura que las diferencias con J.K. Rowling hacen inviable el proyecto
Durante años, los rumores sobre una posible adaptación de Harry Potter and the Cursed Child al cine mantuvieron la ilusión de muchos fans de la saga. La idea de ver a Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint retomando sus papeles parecía un sueño posible… hasta ahora. Chris Columbus, director de las dos primeras entregas, ha sido tajante: llevar la obra de teatro a la gran pantalla es “imposible”.
En una reciente entrevista, el cineasta confesó que la razón no es la falta de interés ni de recursos, sino un muro difícil de superar: las diferencias irreconciliables entre J.K. Rowling y el reparto original en torno a cuestiones políticas y sociales. Para Columbus, este choque de posturas convierte cualquier intento de reunir al elenco en una misión inviable.
Harry Potter and The Cursed Child
El director lo resumió sin rodeos: “Nunca va a pasar. Se ha vuelto demasiado complicado con todo lo político”, señaló, explicando que las opiniones de los actores no coinciden con las de la autora. En especial, el tema de los derechos trans ha marcado una línea divisoria entre Rowling y varias de las estrellas que crecieron bajo el universo mágico.
Lo irónico es que Columbus fue uno de los primeros en mostrar entusiasmo por esta historia. Ya en 2021, confesó que quería dirigir una adaptación de The Cursed Child, la obra escrita por Jack Thorne a partir de una idea de Rowling y John Tiffany. El relato sitúa la acción casi dos décadas después de la derrota de Voldemort, explorando la relación entre Harry y su hijo Albus.
La relación con el reparto sigue viva
Aunque con Rowling no habla desde hace más de diez años, Columbus mantiene contacto cercano con Daniel Radcliffe. De hecho, reveló que habían hablado recientemente y que todavía guarda una buena relación con “los chicos”, en referencia a los protagonistas que saltaron a la fama con Harry Potter y la piedra filosofal. Para él, la conexión personal con los actores sigue intacta, aunque el regreso a Hogwarts en cine se antoje imposible.
Esto plantea una paradoja curiosa: mientras las amistades detrás de las cámaras siguen firmes, el debate público en torno a la figura de Rowling ha puesto un candado a un proyecto largamente esperado. El director, además, reconoció que la distancia con la escritora es absoluta, sin intercambios en casi una década.
Un legado difícil de expandir
Lo cierto es que Harry Potter continúa siendo una de las franquicias más potentes del entretenimiento. La obra teatral Cursed Child sigue atrayendo público en Londres y Nueva York, y el interés de Warner Bros. por mantener viva la marca no se ha desvanecido, como demuestra la futura serie de televisión que prepara HBO Max.
Sin embargo, la posibilidad de ver a los actores originales en un hipotético Harry Potter 9 se disipa con estas declaraciones. Columbus, que ya aportó el tono mágico y familiar a la saga con las dos primeras películas, parece haber cerrado la puerta de manera definitiva.
El futuro del mundo mágico
El panorama invita a reflexionar: ¿hasta qué punto los conflictos personales y políticos influyen en la continuidad de una saga culturalmente tan influyente? Mientras los fans siguen soñando con un reencuentro, la industria mira hacia nuevos caminos. HBO apuesta por un reinicio televisivo más fiel a los libros, y Warner Bros. parece decidida a exprimir la marca sin necesidad de volver al reparto original.
Aun así, Cursed Child queda como una pieza en el aire, un “¿qué hubiera pasado si…?” que los seguidores tendrán que conformarse con imaginar. La magia de Hogwarts sigue viva, pero tal y como ha dejado claro Chris Columbus, no todos los hechizos son posibles de lanzar en la pantalla grande.


