Un detalle en el rodaje enciende las alarmas de los fans
El universo de DC está más revuelto que nunca y basta con un pequeño guiño en un set de rodaje para que las teorías se disparen. Eso fue lo que ocurrió cuando apareció en Liverpool una fotografía del rodaje de Clayface, donde un simple sticker con el logo del Batman de Robert Pattinson se coló en un contenedor de basura. Lo que parecía una pista de una conexión directa con el nuevo DCU pronto se convirtió en un debate viral.
La respuesta no tardó en llegar de parte de James Gunn, quien, fiel a su estilo directo en redes sociales, rebajó la euforia y aclaró que no hay motivos para pensar que The Batman forme parte del canon oficial. De hecho, el director y productor recordó que no aprueba “cada pieza de escenografía” y que ese detalle seguramente no pasó por sus manos.
James Gunn y la independencia de The Batman
La declaración de Gunn sirve como recordatorio de que The Batman sigue perteneciendo a la línea Elseworlds, proyectos alternativos que conviven fuera del universo principal de DC Studios. En esta categoría también se encuentra el Joker de Todd Phillips, lo que garantiza a Matt Reeves y a Robert Pattinson la libertad de continuar su historia sin estar atados al gran plan maestro de Gunn y Peter Safran.
Lo interesante es que este comentario llega en pleno movimiento de fichas dentro de Warner Bros. y DC Studios. Mientras Gunn insiste en que “todo está en flujo”, Clayface se perfila como la primera gran exploración de Gotham en el nuevo DCU, con referencias a Robin y al Joker incluidas en la propia narrativa.
El camino hacia The Batman 2
El proyecto de Reeves sigue su curso con paso firme. El cineasta ya entregó el guion de The Batman 2, cuyo rodaje comenzará en 2026 con la vista puesta en su estreno el 1 de octubre de 2027. La película promete retomar el tono sombrío, detectivesco y realista que conquistó tanto a la crítica como al público en la primera entrega.
Los rumores sobre la posible aparición de villanos como Mr. Freeze o Hush siguen circulando, pero no hay confirmación oficial. Reeves ha demostrado que prefiere desarrollar una historia con calma y apostar por el suspense antes que saturar de personajes. Lo que sí está claro es que Pattinson tendrá más espacio para explorar la psicología de Bruce Wayne y su evolución como vigilante de Gotham.
Clayface y el nuevo rostro del DCU
En paralelo, Clayface será uno de los títulos más llamativos de Chapter One: Gods and Monsters, la hoja de ruta inicial de Gunn y Safran. Con estreno fijado para el 11 de septiembre de 2026, la cinta pondrá el foco en uno de los villanos más clásicos y a la vez más difíciles de adaptar. Su capacidad para transformarse en cualquier persona lo convierte en una amenaza perfecta para un universo que busca expandirse con fuerza.
Los fans esperan que Clayface se convierta en una carta de presentación visual del nuevo Gotham, conectando con la futura película The Brave and the Bold, donde conoceremos a un Batman diferente junto a su hijo Damian Wayne. Así, el contraste entre el Batman de Pattinson y el del DCU será aún más evidente.
¿Dos Batmans conviviendo en pantalla?
La gran pregunta es si el público aceptará dos versiones de Batman en paralelo. Por un lado, el realismo sombrío de Reeves; por otro, la apuesta más heroica y fantástica que Gunn plantea para el DCU. Aunque pueda parecer arriesgado, la estrategia no es nueva: Marvel ya demostró con su multiverso que los fans pueden seguir distintas encarnaciones del mismo héroe sin perderse.
La clave estará en diferenciar bien ambos mundos. Gunn ha dejado claro que el sello Elseworlds se mantendrá para proyectos especiales, y eso ofrece margen para que The Batman continúe su camino independiente sin que interfiera en la narrativa principal del DCU.
Un futuro cargado de incógnitas
Por ahora, lo único seguro es que los fans tendrán mucho Batman para los próximos años. Con Clayface en 2026 y The Batman 2 en 2027, Gotham se prepara para vivir un doble asalto en pantalla grande. El tiempo dirá si algún día esas líneas se cruzan, pero de momento, Gunn ha dejado claro que el logo en la basura no es una señal secreta del futuro del DCU.
Lo curioso es que, pese a la aclaración, el simple hecho de que un sticker provoque tanto revuelo demuestra el nivel de expectación que despierta cualquier novedad en torno a Batman. Quizá Gunn no tenga tiempo de revisar cada detalle de atrezzo, pero los fans sí que están pendientes de hasta la última sombra en Gotham.


