Ryan Reynolds confiesa la jugada arriesgada que cambió para siempre la historia del mercenario bocazas en 2014
Ryan Reynolds filtró el vídeo de Deadpool
El vídeo, lleno de acción y humor meta, se quedó guardado en un cajón hasta que, en plena Comic-Con de 2014, apareció misteriosamente en internet. La respuesta fue brutal: millones de fans celebrando que, al fin, Deadpool tenía la esencia gamberra y autorreferencial de los cómics. Fox no pudo ignorarlo más y, apenas un día después, dio luz verde a la película.
Una travesura que hizo historia
El resultado es historia del cine: Deadpool (2016) arrasó en taquilla con más de 780 millones de dólares recaudados frente a un presupuesto modesto de 58 millones. Además de triunfar con la crítica, abrió la puerta a las secuelas y a su esperada integración en el MCU.
Reynolds lo reconoce ahora sin remordimientos: estaba obsesionado con el personaje y dispuesto a arriesgarlo todo. Y vaya si salió bien. No solo consiguió protagonizar una de las sagas más queridas de Marvel, sino que también se convirtió en productor clave para las siguientes entregas.
El legado de una filtración
Hoy, con el horizonte apuntando a Avengers: Doomsday y un proyecto de X-Force en camino, parece claro que Reynolds seguirá al mando del mercenario bocazas durante mucho tiempo. Lo que comenzó como una filtración casi clandestina terminó convirtiéndose en la jugada maestra que salvó a Deadpool del olvido.
El mercenario bocazas y su lugar único en Marvel
A diferencia de otros héroes de Marvel, Deadpool siempre se ha movido en los márgenes. Su capacidad de romper la cuarta pared, sus chistes autorreferenciales y su humor negro lo convierten en un personaje imposible de encajar en moldes tradicionales. Mientras Iron Man o Capitán América representan arquetipos clásicos de heroísmo, Wade Wilson funciona como un antihéroe que se ríe de todo, incluido el propio género de superhéroes.
¿Qué habría pasado sin esa filtración?
Reynolds no solo interpretó a Deadpool: lo rescató, lo defendió y lo reinventó hasta convertirlo en lo que es hoy. La confesión de que él mismo fue el culpable de la filtración no hace sino reforzar su imagen de actor comprometido con el personaje y dispuesto a romper las reglas para darle vida.


