Genndy Tartakovsky, creador de Samurai Jack y Primal, ha decidido dejar de esperar el visto bueno de los estudios y empezar a administrar sus propias creaciones
Genndy Tartakovsky y The Black Knight
Pese a contar con el beneplácito creativo, el proyecto nunca recibió luz verde en Sony Animation, donde Tartakovsky iba a dirigir dos películas originales. El motivo: los ejecutivos no veían claro el público objetivo.
“Te dicen: ‘¿Dónde está el público?’ o ‘¿Quién es el público?’. Y yo pienso… ¿de qué habláis? Forma parte del universo de Spider-Verse, forma parte del anime, ese es el público”, explicó el cineasta a Polygon.
Un creador cansado de esperar
El animador se mostró frustrado al ver cómo otras producciones animadas para adultos, como KPop Demon Hunters o Demon Slayer: Infinity Castle, arrasaban en taquilla mientras su obra seguía en un cajón. “¿Cuánto tiempo más voy a quedarme sentado viendo cómo salen todos estos proyectos?”, confesó. “Como el mío es original, no lo hacen. Así que pensé: voy a sacarlo por mi cuenta”.
Lo más curioso es que Sony no reaccionó con hostilidad. Según Tartakovsky, “no me gritaron. Me dijeron: ‘Bueno, si es lo que quieres hacer, adelante’. Y ahora la reacción ha sido increíble”.
Un fenómeno viral inesperado
Su objetivo es claro: convencer a los directivos, en especial a Tom Rothman, jefe de Sony Pictures, de que hay una audiencia deseosa de nuevas propuestas originales, no solo secuelas o franquicias recicladas. En palabras del propio Tartakovsky:
“La mayoría de la gente más joven que yo adora la animación y no la ve solo como algo para niños. Para ellos estoy haciendo esto.”
El renacer de un autor
Si The Black Knight logra finalmente salir adelante, podría convertirse en el punto de inflexión que devuelva a Tartakovsky al lugar que merece: el de los grandes visionarios del medio. Mientras tanto, cada nuevo fragmento que publica en redes mantiene viva la esperanza de ver al caballero negro cabalgar en pantalla grande.
Un futuro sin cadenas
En un panorama saturado de remakes y secuelas, una película original, visualmente potente y con un alma propia podría ser justo lo que el público necesita. Y si algo ha dejado claro Genndy Tartakovsky es que ya no piensa esperar a que nadie le dé permiso para crear.


